El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, criticó este miércoles las medidas que buscan restringir los movimientos de la población ante la pandemia de coronavirus y aseguró que “el hambre mata mucho más que el propio virus”.
Bolsonaro expresó su punto de vista en una comparecencia ante los periodistas, sin aceptar preguntas, mientras el país registró este martes un nuevo récord diario en el número de muertos a causa de covid-19, de 3.780 fallecidos.
“Brasil tiene que volver a trabajar. La población tiene que volver a trabajar”, afirmó Bolsonaro, que se presentó ante los micrófonos sin mascarilla, acompañado de otros altos funcionarios que sí tenían su rostro parcialmente cubierto.
“Los efectos colaterales de la pandemia no pueden ser más que los del propio virus”, insistió Bolsonaro.
Sao Paulo y Río de Janeiro se encuentran con un período festivo ordenado por las autoridades municipales que comenzó el viernes y que se prolongará hasta este domingo, con el fin de restringir las actividades de la población para enfrentar la pandemia.
Brasil es, después de Estados Unidos, el segundo país con el mayor número acumulado de casos de covid-19, con 12,6 millones de infectados, y de fallecidos, 313.866, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Bolsonaro dijo que las órdenes de las autoridades de los estados y de los municipios que buscan pedir a la población que se quede en casa “extrapolan un estado de sitio”, una medida especial que solo puede ser autorizada por el poder legislativo.
“Quedándonos en casa no vamos a solucionar ese problema”, recalcó Bolsonaro, un jefe de Estado que en el comienzo de la pandemia le restó importancia y llegó a calificar la covid-19 como una “gripita”.