Seguidores del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, protestaron este domingo en las principales ciudades del país, como Sao Paulo, Río de Janeiro, Brasilia y Belo Horizonte, contra las medidas restrictivas impuestas por los Gobiernos regionales para frenar la pandemia de la covid-19.
Las manifestaciones fueron convocadas en las redes sociales por grupos bolsonaristas y la más multitudinaria fue la que tuvo lugar en Sao Paulo, la mayor ciudad del país, que reunió a cerca de mil personas y una nutrida caravana de vehículos.
Los participantes, en su mayoría vistiendo los colores de la bandera de Brasil y sin máscaras, se pronunciaron contra las medidas de distanciamiento social que vienen reimplantando los diferentes Gobiernos regionales y municipales para intentar frenar la propagación de la covid en momentos en que Brasil vive el peor momento de la pandemia.
Los Gobiernos de Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia, entre muchos otros, impusieron en los últimos días medidas como toques de queda nocturnos, prohibición de eventos con aglomeraciones y cierres de comercio, para intentar frenar la propagación del coronavirus en momentos en que sus sistemas hospitalarios están al borde del colapso por la falta de unidades de cuidados intensivos.
Las medidas han sido criticadas por Bolsonaro, líder de la negacionista ultraderecha brasileña y quien desde el comienzo de la pandemia ha negado la gravedad de la enfermedad, defendido el uso de medicinas contra la covid sin comprobación médica y puesto en duda la eficacia y la seguridad de las vacunas.
El jefe de Estado alega que las medidas restrictivas provocan el cierre de las empresas y generan desempleo y que, por eso, tienen peores efectos que la propia pandemia, ya que pueden provocar hambre y muertes.
Algunos de los manifestantes, incluso, aprovecharon las concentraciones para defender una intervención militar en Brasil que amplíe los poderes de Bolsonaro y la destitución de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Protestas contra la anulación de las condenas de Lula
Y parte de los participantes en las protestas también entonó gritos y cánticos contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, principal rival político de Bolsonaro y que volvió al ruedo político esta semana tras la decisión de la Corte Suprema de anular las condenas que le habían sido impuestas por corrupción.
El líder socialista, que recuperó el derecho a disputar las elecciones presidenciales de 2022, viene siendo un duro crítico de la gestión de Bolsonaro frente a la pandemia y ha admitido que podrá enfrentarlo en las urnas el próximo año.
En la mayor ciudad de Brasil los manifestantes también exigieron la renuncia del gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, otro importante adversario de Bolsonaro, posible candidato presidencial e igualmente duro crítico de la gestión del Gobierno frente a la covid.
Doria fue precisamente quien anunció la semana pasada el regreso de Sao Paulo a la fase roja del plan de confinamiento, que prevé las medidas más restrictivas para intentar frenar la pandemia.
En Sao Paulo los manifestantes desfilaron en una larga caravana de vehículos por varias calles de la ciudad hasta concentrarse en la icónica Avenida Paulista frente a la sede de la poderosa Federación de las Empresas del Estado de Sao Paulo (Fiesp).
En Río de Janeiro marcharon por la avenida que circunda la famosa playa de Copacabana y protestaron principalmente contra las medidas restrictivas que amenazan la subsistencia de los comercios.
El acto en Brasilia consistió en una larga y bulliciosa caravana de vehículos que recorrió la Explanada de los Ministerios, una importante vía en la que están las principales edificaciones gubernamentales del país y las sedes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
La caravana provocó un enorme embotellamiento en la capital brasileña.
En Belo Horizonte, la capital de Minas Gerais, el segundo estado más poblado de Brasil después de Sao Paulo, los manifestantes también permanecieron en sus vehículos y protestaron en una caravana que partió desde la Plaza del Papa y concluyó en el centro de la ciudad.
Brasil registró el sábado cerca de 2.000 muertes por la enfermedad, con lo que el promedio de fallecimientos en la última semana se ubicó por encima de las 1.800 diarias por primera vez desde el inicio de la crisis.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, Brasil acumulaba hasta el sábado 277.091 muertes y 11,4 millones de contagios, que lo convierten en el segundo país en el mundo con más víctimas y casos de covid, solo superado por Estados Unidos.
Los elevados promedios en los últimos días confirman que Brasil sufre actualmente una segunda ola de la pandemia, más virulenta y letal que la primera, en parte provocada por la circulación de nuevas variantes del virus, entre ellas la variante brasileña que tuvo origen en la Amazonía y que, según investigadores, es tres veces más contagiosa que la original.