La localidad de Rojas en Buenos Aires se encuentra conmocionada por el femicidio de Úrsula Bahilo. La joven de 18 años era hija de un comerciante reconocido de la ciudad y habría sido asesinada por su ex pareja. Los vecinos se manifestaron frente a la comisaría para reclamar justicia y se enfrentaron con los agentes.

El cuerpo de la joven fue hallado con múltiples cortes y 30 puñaladas la tarde del lunes 8 de febrero en la zona rural de Guido Spano. El presunto autor del crimen sería su ex pareja, un oficial de la policía bonaerense, de 25 años de edad, identificado como Matías Ezequiel Martínez. El joven se desempeñaba en un Destacamento de San Nicolás y estaba con licencia psiquiátrica.

El sitio local Hoy Rojas informó que la ex pareja de Bahilo fue aprehendido cometiendo el crimen y que habría tratado de quitarse la vida luego. Por las heridas que se hizo, fue internado en el hospital local pero luego ser derivado a Junín, donde estaría fuera de peligro.

A través de las redes sociales, los vecinos de Rojas revelaron que el policía tenía denuncias por violencia de género y se le habría dictado una medida de restricción de acercamiento a la víctima desde el 5 de febrero.

Mientras la investigación avanza, los vecinos de Rojas se movilizaron para denunciar los hechos con el hashtag #JusticiaporUrsula. Durante la protesta enfrente de la comisaría de la localidad, la tensión escaló y algunos de los congregados atacaron la sede policial a piedrazos y ladrillazos y se enfrentaron con los agentes, que terminaron por disparar balas de goma y usar gas lacrimógeno contra los manifestantes.

A raíz de los enfrentamientos, una joven recibió una bala de goma en su rostro. El video del momento fue grabado y compartido en Twitter, donde se acusó a la policía de abuso de autoridad. Uno de los patrulleros habría sido incendiado intencionalmente durante la noche.

Según datos recopilados por el Observatorio Lucía Pérez, durante enero de 2021 se produjeron 37 femicidios en Argentina. Los homicidios por violencia de género se incrementaron sustancialmente el año pasado por el aislamiento social, preventivo y obligatorio dado que muchas mujeres tuvieron que permanecer en la misma vivienda que su maltratador. De hecho, fue el único delito que no descendió por la cuarentena.