El presidente Jair Bolsonaro cuestionó los posibles efectos colaterales de las vacunas contra el coronavirus y tomó como ejemplo la de Pfizer/BioNtech, diciendo que no hay ninguna garantía de que no convierta a quien se la aplique “en un caimán”.
“En el contrato de Pfizer está bien claro: ‘no nos hacemos responsables por cualquier efecto colateral’. Si te vuelves un caimán, es tu problema”, dijo Bolsonaro, que ha cuestionado en diversas ocasiones los inmunizantes así como la gravedad de la pandemia que ya dejó casi 185.000 muertos en Brasil.
“Si te conviertes en Superman, si le sale barba a alguna mujer o si un hombre empieza a hablar agudo, ellos [Pfizer] no tienen nada que ver con eso. Lo peor es meterse con el sistema inmunológico de las personas”, prosiguió Bolsonaro en el evento realizado el jueves en el estado de Bahía, en el noreste de Brasil.
La vacuna del laboratorio estadounidense Pfizer y el alemán BioNTech fue testeada durante su tercera fase en Brasil, y varios países, entre ellos Reino Unido, Estados Unidos y México, han empezado sus campañas de vacunación con ella o le han dado luz verde.
Sin embargo, el presidente brasileño tiene dudas sobre su eficacia pese a las masivas pruebas. “Si la vacuna se comprueba eficiente más adelante, aún no sabemos”, dijo.
“Yo no me vacuno”, reiteró el jueves el mandatario, quien dio positivo para el coronavirus a mediados de año, luego de una incesante campaña contra las medidas de distanciamiento social y de prevención.
“Algunos dicen que estoy dando un pésimo ejemplo. Para el imbécil, idiota, que dice que yo doy un pésimo ejemplo: yo ya tuve el virus, ya tengo anticuerpos, ¿para qué tomar la vacuna de nuevo?”, prosiguió.
La Corte Suprema autorizó este jueves a gobernadores y alcaldes a establecer como obligatoria la vacunación contra el coronavirus, contrariando las intenciones del mandatario.