El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la voz de alarma el lunes ante la rápida propagación del covid-19 en Brasil y en México, exhortando a las autoridades de ambos países a tomárselo “muy en serio”.
“Creo que Brasil debe tomárselo muy, muy en serio. Es muy, muy preocupante”, advirtió Tedros Adhanom Ghebreyesus ante la evolución del covid-19 en el país sudamericano, cuyo presidente, Jair Bolsonaro, niega la gravedad de esta enfermedad y la semana pasada adelantó que no se vacunará.
Durante la rueda de prensa quincenal que su agencia dedica a la pandemia en Ginebra, el jefe de la OMS lanzó la misma advertencia con respecto a México que, señaló, está “en mala situación”.
“El número de casos y muertes se duplicó”, declaró con preocupación, antes de insistir: “Queremos pedirle a México que se lo tome muy en serio”.
Brasil, que cuenta con 212 millones de habitantes, es el segundo país más enlutado por la pandemia, con más de 170.000 fallecidos, por detrás de Estados Unidos, según la universidad Johns Hopkins.
Este lunes, el gobernador del estado de Sao Paulo, Joao Doria, anunció la reanudación de medidas para evitar aglomeraciones, tras registrarse un alza de contagios, muertes y hospitalizaciones por coronavirus en las últimas tres semanas.
Comercios y servicios tendrán que bajar del 60% al 40% la ocupación máxima, reducir su funcionamiento de 12 a 10 horas diarias y cerrar como máximo a las 22:00 horas locales, entre otras medidas. No obstante, las escuelas y colegios seguirán en funcionamiento.
El estado de Sao Paulo, con 1,2 millones de casos y más de 42.000 muertos, registró un aumento de la curva de infecciones y decesos debido al poco acatamiento de la población, especialmente los más jóvenes, a medidas de prevención como usar mascarillas y evitar aglomeraciones.
Esta región reporta 108 muertes diarias en su promedio sobre los últimos 14 días, mientras a finales de octubre la cifra era de 94, de acuerdo con datos del Ministerio brasileño de Salud.
Bolsonaro: “No lo haré”
El director general de la OMS señaló que Brasil había logrado reducir en casi dos tercios el número de casos desde el pico en julio, con 114.000 contagios durante la semana del 2 de noviembre.
Sin embargo, “durante la semana del 26 de noviembre se llegó de nuevo a 218.000 por semana”, subrayó.
“Si toman el número de muertos la semana del 2 de noviembre es de 2.538 y ahora estamos en 3.876”, continuó.
El presidente brasileño de extrema derecha fue criticado por su gestión de la pandemia, minimizando su gravedad y oponiéndose a la restricción de las actividades económicas.
El propio Bolsonaro, de 65 años, superó la enfermedad en julio tras haberse contagiado del coronavirus y aprovechó la ocasión para reafirmar su fe en la hidroxicloroquina, cuya eficacia no ha sido probada científicamente.
“Les digo, no lo haré”, lanzó el jueves respondiendo a si se vacunaría.
México, por su parte, rebasó el umbral de los 100.000 muertos el 20 de noviembre, y ocho días después superó por primera vez desde el inicio de la pandemia los 12.000 casos diarios.
En Ciudad de México, los contagios aumentaron en un 30% la semana del 23 al 28 de noviembre, según cifras oficiales.
“Nos basaremos en la ciencia”
Por otra parte, el jefe de la OMS prometió el lunes que hará todo lo posible para esclarecer el origen del coronavirus, rechazando las acusaciones según las cuales la agencia de la ONU es demasiado complaciente con China.
“Queremos conocer el origen y haremos todo lo posible para conocerlo”, prometió Ghebreyesus, cuya agencia espera enviar rápidamente un equipo científico internacional a la ciudad china de Wuhan, considerada como el origen de la pandemia.
“No hay nada que ocultar”, aseguró. “La posición de la OMS es muy, muy clara: debemos conocer el origen de este virus, pues puede ayudarnos a prevenir futuras epidemias”, agregó.
Ghebreyesus señaló que se trataba de una “cuestión técnica” y lamentó que algunos la hayan “politizado”.
Estados Unidos, el país más asolado por la pandemia con más de 262.000 muertos, acusó públicamente a Pekín de ocultar información y a la OMS de plegarse a la voluntad de las autoridades chinas. Otros Estados miembros, aunque menos críticos, creen que China frenó el proceso.
“No dejaremos de buscar la verdad sobre el origen del virus, pero nos basaremos en la ciencia”, insistió el jefe de la OMS.
Aunque los científicos creen en general que el huésped original del virus es un murciélago, se desconoce el animal intermedio que permitió el contagió a humanos.