El exsecretario mexicano de Defensa durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, general Salvador Cienfuegos, fue entregado a México este miércoles después de que Estados Unidos le retirase los cargos por narcotráfico y lavado de activos, según notificó el fiscal de Nueva York que llevaba el caso.
En un breve escrito a la jueza federal Carol Bagley Amon, el fiscal Seth DuCharme notificó que ”el Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos ha trasladado con éxito al procesado a México”.
Amon había ordenado este mismo miércoles la retirada de cargos contra Cienfuegos y su traslado a México, tras el acuerdo que ayer hicieron público los gobiernos de Donald Trump y de Andrés López Obrador.
“El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha tomado la decisión de solicitar la retirada de los cargos penales contra el exsecretario Cienfuegos, para que pueda ser investigado y, si corresponde, ser acusado, de conformidad con la legislación mexicana”, indicaron en un comunicado conjunto los dos países.
En otro documento, DuCharme indicó que ”el Departamento de Justicia considera que este sobreseimiento es en interés público de EEUU en reconocimiento de la estrecha cooperación entre EEUU y México en investigaciones bilaterales de las fuerzas de seguridad”.
AMLO: No hubo “nada a cambio” de Cienfuegos
Cienfuegos, exsecretario de Defensa de Peña Nieto (2012-2018) fue detenido el 15 de octubre en el aeropuerto de Los Ángeles y trasladado a Nueva York. El general se declaró no culpable de los cargos de los que se le acusaba, supuestamente cometidos mientras era ministro.
El gobierno de López Obrador manifestó entonces su desacuerdo con el de Estados Unidos por no haber compartido la información que llevó a la detención del general Salvador Cienfuegos.
López Obrador es, precisamente, uno de los pocos líderes en el mundo que todavía no ha reconocido la victoria del presidente electo de EEUU, Joe Biden, en los comicios de hace dos semanas.
El mandatario mexicano defendió este miércoles que ”no hay nada oculto” ni tampoco ”nada a cambio” en el acuerdo con Estados Unidos por el general Cienfuegos.
Cienfuegos era considerado uno de los militares más reputados de las Fuerzas Armadas y muy estimado entre la tropa, una carrera empañada por la masacre de Ayotzinapa y, ahora, por su detención a petición de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, en sus siglas en inglés).