El centrista Francisco Sagasti jura este martes como nuevo presidente de Perú con enormes desafíos por delante, pero con el apoyo de los indignados ciudadanos que hicieron caer a su efímero antecesor.
El ingeniero y académico de 76 años, cuyo físico evoca a Don Quijote de la Mancha, será juramentado en una sesión plenaria del Congreso programada para las 16:00 locales (18:00 en Chile), que busca poner fin a la crisis política en el país andino.
“No es un momento de celebración, tenemos demasiados problemas, tragedias y dificultades (…). Es un momento para preguntarnos dónde fue que perdimos el rumbo”, declaró Sagasti tras ser elegido como nuevo jefe del Congreso.
Su elección como jefe del Parlamento, en una votación en la que era el único candidato, lo convirtió automáticamente en el nuevo presidente de Perú, el tercero que ocupará el cargo en ocho días.
La crisis fue desatada el 9 de noviembre por el propio Congreso, cuando destituyó en un juicio político relámpago al popular mandatario Martín Vizcarra (centroderecha), bajo cargos de presunta corrupción cuando era gobernador en 2014. Esta denuncia es ahora investigada por la Fiscalía y la justicia prohibió al exmandatario salir de Perú por 18 meses.
Al día siguiente tomó las riendas del país el jefe del Parlamento, Manuel Merino, también de centroderecha, pero miles de indignados ciudadanos, principalmente jóvenes, salieron a las calles a protestar contra lo que tildaron de “golpe de estado”.
Las protestas, que se prolongaron por cinco días, fueron violentamente reprimidas por la policía, con saldo de dos muertos y más de un centenar de heridos.
La bancada del centrista Partido Morado de Sagasti fue la única que votó en bloque contra la destitución de Vizcarra, lo que allanó que ahora encabece el nuevo gobierno de transición que debe dirigir el país hasta el 28 de julio de 2021, día del bicentenario de la independencia peruana.
Las elecciones presidenciales y legislativas están convocadas para el próximo 11 de abril.
Beneplácito de Vizcarra
La elección de Sagasti fue saludada el lunes por cientos de manifestantes congregados afuera del edificio del Congreso y por transeúntes y automovilistas en toda Lima y otras ciudades.
El congresista dijo que las prioridades para su presidencia interina de ocho meses son la pandemia del coronavirus (cuando el país acumula 930.000 contagios y 35.000 muertos), la recesión económica, la lucha contra la corrupción y la inseguridad, además de conducir elecciones limpias.
Básicamente es la misma agenda que impulsaba Vizcarra, quien saludó la elección de Sagasti, afirmando que éste “podrá dar soporte a la difícil situación que vive el país”. Antes, el destituido mandatario había denunciado la falta de “legalidad y legitimidad” de Merino.
Abandonado por el Congreso, Merino dimitió el domingo, cinco días después de haber asumido, acorralado por las multitudinarias protestas en que murieron Inti Sotelo, de 24 años, y Jack Pintado, de 22, ahora llamados popularmente “Héroes del Bicentenario”.
“Ofrecemos confianza”
“¿Qué ofrecemos? lo que le falta a nuestro país en este momento, confianza”, declaró Sagasti tras ser elegido por el Congreso por 97 votos contra 26, ocasión en que lamentó la muerte de los dos jóvenes.
“Cuando un peruano muere, y más aún si es joven, todo el Perú está de duelo. Y si muere defendiendo la democracia, al luto se suma la indignación”, dijo en un emotivo discurso que contrastó con la rudeza que exhibía Merino.
Con Sagasti de gobernante, la conducción del Congreso la asumirá la izquierdista Mirtha Vásquez, quien también votó contra la destitución de Vizcarra -a diferencia de otros en su partido-.
Sin embargo, nadie puede augurar qué hará el Congreso en el gobierno de Sagasti, tras los frecuentes choques con Vizcarra los últimos dos años y con su antecesor Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).
El fragmentado parlamento es dominado por cuatro partidos populistas. Antes el fujimorismo tenía la hegemonía, pero la perdió en enero en los comicios extraordinarios luego de que Vizcarra disolviera constitucionalmente el Congreso para superar otra crisis, en septiembre de 2019.
Misión de la ONU
La Fiscalía abrió una investigación preliminar contra Merino el lunes por la muerte de los dos manifestantes, aparentemente a manos de la policía.
“No quedarán impunes” estos decesos, prometió la fiscal nacional, Zoraida Ávalos.
Esa investigación por “abuso de autoridad y homicidio doloso” va dirigida también contra el jefe de gabinete de Merino, Ántero Flores Aráoz, y su ministro del Interior, Gastón Rodríguez.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, se declaró el lunes “profundamente perturbado” por la represión policial en Perú, que cesó tras la caída de Merino.
La ONU anunció, además, el envío de una misión a Lima para investigar las presuntas violaciones de los derechos humanos.