El destituido presidente peruano Martín Vizcarra declaró este lunes que deja el poder “con la frente en alto” y descartó entablar acciones legales para resistir la decisión del Congreso de removerlo del mando por “incapacidad moral”.
“Salgo del palacio de gobierno como entré hace dos años ocho meses: con la frente en alto”, dijo Vizcarra ante la prensa, rodeado de sus ministros, en el patio de la casa de gobierno, anunciando que se marchará de inmediato a su vivienda particular.
El Congreso de Perú destituyó a Vizcarra al cierre de un segundo juicio político en menos de dos meses, tras denuncias de que había recibido sobornos cuando era gobernador de la región sureña de Moquegua en 2014.
“Directamente y como Martín Vizcarra no voy a tomar ninguna acción legal” para resistir la destitución, declaró Vizcarra, quien vestía pantalón vaquero y camisa blanca.
“No quiero que de ninguna manera se pueda entender que mi espíritu de servicio al pueblo haya sido tan solo una voluntad de ejercer el poder”, añadió, afirmando que demostrará la “falsedad” de las acusaciones en su contra en las investigaciones que debe hacer la fiscalía.
“Me voy con la conciencia tranquila y el deber cumplido”, agregó Vizcarra, quien ha gozado de niveles récord de popularidad en sus 32 meses de gobierno, lo que se reflejó con marchas y cacerolazos en su apoyo en Lima y otras ciudades luego de ser destituido.
La moción de destitución fue aprobada por 105 votos, 19 en contra y cuatro abstenciones, superando ampliamente los 87 votos necesarios, al cierre de una maratónica sesión plenaria de casi ocho horas