Una encendida polémica se gatilló en Argentina luego de que un ex alto oficial de ese país reconociera que el hundido submarino ARA San Juan fue encontrado un año antes de su anuncio oficial por un buque chileno, pero tanto el gobierno como la Armada transandina se negaron a admitirlo.
La información fue dada a conocer por el portal argentino Infobae, citando al contralmirante retirado Luis Enrique López Mazzeo, excomandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada trasandina, quien es uno de los imputados en la causa por el hundimiento de la nave.
“Cuando usted vea toda la documentación, se va a dar cuenta de que nosotros, cuando tuve que firmar el mensaje más doloroso en toda mi carrera que fue el cierre del caso SAR (por la búsqueda y rescate) teníamos detectada la posición del submarino y por eso habíamos coordinado con la Marina Británica el 5 de diciembre (de 2017) el pedido de un vehículo autónomo, porque sabíamos que podía estar únicamente en dos cañadones, que era lo que no podíamos verificar con todos los medios internacionales requeridos”, afirmó López Mazzeo ante los jueces Javier Leal de Ibarra, Aldo Suárez y Hebe Corchuelo de Huberman.
Precisamente, la posición del submarino fue indicada por el buque científico de la Armada de Chile, el AGS-61 “Cabo de Hornos”, quien a través de su sonar detectó la ubicación del naufragio el 5 de diciembre de 2017, es decir, sólo 20 días después de su desaparición.
“En el marco de las incesantes labores y de los múltiples contactos establecidos, realizamos un hallazgo de un objeto a 940 metros de profundidad a través de los ecos del buque. Aún resta que la Armada Argentina, con apoyo del buque ruso Yantar y un robot submarino, precise la naturaleza del objeto detectado, pero de todas formas estamos orgullosos del largo y sacrificado trabajo efectuado para apoyar a un país amigo”, declaró en ese entonces el capitán de navío chileno, César Miranda.
El hallazgo del “Cabo de Hornos” fue refrendado por la Armada estadounidense, que recomendó a su par argentino intensificar la búsqueda en el lugar. Sin embargo, por razones que la justicia investiga, nunca se dieron las autorizaciones para indagar mediante un vehículo autónomo ofrecido por la Armada inglesa.
Más aún, el mismo día del anuncio de Miranda, el vocero de la Armada argentina, el capitán Enrique Balbi, afirmó sobre la búsqueda que “No hay mayor novedad”.
Consultado por las declaraciones del equipo chileno, Balbi sólo indicó que “se encuentra inspeccionando ese objeto o alteración de fondo”, asegurando también que tendría sólo 30 metros de largo, y que el ARA San Juan era de una dimensión mayor.
El buque ruso Yantar, dotado de un robot submarino, sí exploró la zona, pero la marina rusa nunca comunicó los resultados. Cuando la nave fue hallada, contaba precisamente con 33 metros, por efectos de la presión.
“Nunca presencié mayor ignominia hacia la Armada, que la actitud cobarde y mentirosa de su Jefe en esos momentos”
Los nuevos datos fueron recibidos con indignación por los familiares de los 44 tripulantes muertos en el accidente y posterior hundimiento del ARA San Juan, quienes debieron esperar hasta noviembre de 2018 para que la Armada argentina anunciara el hallazgo de los restos de la nave.
“En caso de confirmarse lo que dijo López Mazzeo ante el tribunal estamos frente a un escándalo sin precedentes”, afirmó a Infobae la abogada Valeria Carreras, quien es parte del equipo de abogados que representa a los familiares y han solicitado las imputaciones en la causa del expresidente Macri, el ex ministro de Defensa, Óscar Aguad, y del ex jefe de la Armada, Marcelo Srur.
La abogada recordó que ya a fines del año pasado, durante las primeras indagatorias, López Mazzeo había afirmado:
“Nunca presencié mayor ignominia hacia la Armada, que la actitud cobarde y mentirosa de quien fuera su Jefe en aquellos momentos, así como la de algunos pocos que lo secundaron y de quienes -movidos por intereses personales- causaron la demora en el hallazgo del naufragio, ignorando y desprestigiando el trabajo profesional al que afanosamente se entregó el personal naval durante la búsqueda de sus camaradas naufragados. Se extendió en forma inaudita la agonía de los familiares y seres queridos, integrantes de la familia naval, a la que pertenezco junto con mi propia familia, al negarles, durante todo el tiempo en que veladamente se discontinuó con la búsqueda del ARA San Juan, el derecho a un duelo de sus seres queridos, muertos en acto de servicio”.
Según los querellantes, sus acusaciones dan fuerza a las especulaciones de que el gobierno de Mauricio Macri y la oficialidad de la Armada retrasó el hallazgo de la nave por razones económicas.
La favorecida habría sido la empresa estadounidense con sede en Texas, Ocean Infinity, que a través del buque noruego Seabed Constructor acabó encontrando los restos casi un año después de su hundimiento.
Ya entonces el hecho había despertado suspicacias, considerando que la compañía dejó para su último día de rastrillaje la zona que había señalado un año antes el buque “Cabo de Hornos”, y que las Armadas de Reino Unido y los Estados Unidos habían aconsejado explorar en profundidad.