Decenas de indígenas kayapó mekragnoti suspendieron este jueves el bloqueo de una importante carretera amazónica, luego de que una jueza ordenara al gobierno atender sus demandas de ayuda para combatir la deforestación y el avance del coronavirus.
Armados con arcos y flechas, los kayapó comenzaron a mediados de agosto a bloquear la carretera BR-163, que atraviesa la Amazonía brasileña, a la altura de la localidad de Novo Progresso, en el sur del estado de Pará.
Después de varios cortes y levantamientos periódicos de los bloqueos, suspendieron su protesta por diez días para que la gubernamental Fundación Nacional del Indio (Funai) y el Departamento Nacional de Infraestructura y Transporte (DNIT) acaten el último fallo de una jueza federal.
“La jueza intimó a la FUNAI y el DNIT” a atender las demandas. “Si en esos diez días no nos responden (…) van a tener que pagar 10.000 reales por día (unos 1.800 dólares)”, dijo a la AFP uno de los líderes de la manifestación, Mudjere Kayapó.
“Si no lo hacen, vamos a regresar y cerrar las dos vías de la BR-163”, agregó.
La BR-163 es la principal arteria vial para transportar desde la región central del país maíz y soja, dos de los principales productos de exportación brasileños.
Los manifestantes han levantado su barricada periódicamente como gesto “humanitario” con los conductores que quedaban varados en largas filas de camiones.
La jueza federal Sandra Maria Correia da Silva había ordenado a los kayapó poner fin al bloqueo debido a las consecuencias económicas para la región.
Inicialmente, los manifestantes dijeron que iban a desafiar la orden, pero optaron por gestionar su caso ante la corte.
Los kayapó mekragnoti demandan al gobierno del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro liberar recursos que, según su reclamo, les deben por el daño ambiental que causó la carretera en sus territorios.
También piden ayuda para combatir la minería ilegal, la deforestación y el nuevo coronavirus, que ha golpeado fuerte a las comunidades indígenas de la región.
Los kayapó van a regresar “con una protesta más grande” si no reciben una respuesta satisfactoria del gobierno, advirtió Luis Carlos Sampaio, del instituto Kabu, un organismo que defiende los derechos indígenas.
“Veremos cómo las instituciones reaccionan”, dijo a la AFP.