El índice de rechazo del presidente brasileño Jair Bolsonaro alcanzó un nivel récord de 43%, según una encuesta publicada el jueves, que muestra igualmente que el mandatario de ultraderecha conserva un núcleo duro de apoyo de 33%.
El sondeo del instituto Datafolha expone la polarización creciente del país, en momentos en que Bolsonaro cuestiona con virulencia las medidas de confinamiento social ordenadas por la mayoría de los gobernadores para frenar la epidemia de nuevo coronavirus, que ya dejó más de 25.000 muertos en Brasil.
Un 43% de las 2.069 personas interrogadas por Datafolha el 25 y el 26 de mayo juzga la gestión del gobierno de Bolsonaro “mala” o “pésima”, frente a 38% hace un mes y 30% hace un año.
Un tercio (33%) de los encuestados consideran en cambio la labor del gobierno “buena” o “excelente”, al igual que en abril y algo por encima del 30% de diciembre, precisa el estudio, que tiene un margen de error de dos puntos porcentuales.
El porcentaje de quienes la consideran “regular” siguió disminuyendo, de 32% a fines de 2019 a 26% en abril y 22% en la encuesta de esta semana.
La polarización es más evidente aún en la franja de la población de mayores recursos económicos, con 42% de opiniones favorables a Bolsonaro, 49% de desfavorables y apenas 8% que juzgan su gobierno “regular”.
El mayor índice de rechazo, de 56%, se encuentra entre las personas con estudios superiores. Entre quienes solo cursaron primaria, cae a 36%.
La crisis sanitaria que convirtió a Brasil en uno de los principales focos de la pandemia de Covid-19, se conjuga con una aguda crisis política.
Un juez de la corte suprema ordenó el miércoles una treintena de allanamientos de domicilios y oficinas de aliados de Bolsonaro, por sospechas de que forman parte de una red de difusión de informaciones falsas y difamatorias de opositores y de miembros del máximo tribunal.
Entre los investigados figuran varios diputados, así como empresarios acusados de financiar ese esquema.
Bolsonaro descargó este miércoles su ira contra esa operación, cuestionando principalmente que haya sido decidido individualmente y no por el conjunto de los magistrados del Supremo tribunal Federal (STF).
“¡Ya basta, mierda! Discúlpenme el desahogo. ¡Ya basta! No podemos admitir más esas decisiones individuales de ciertas personas, que adoptan ciertas acciones de forma casi personal”, declaró el exmilitar a la salida de la residencia presidencial en Brasilia.
El miércoles a la noche, Bolsonaro afirmó que las personas investigadas eran “gente de bien”, antes de agregar: “algo grave ocurre en nuestra democracia”.
El mandatario también es objeto de una investigación, por presunta tentativa de obstrucción en investigaciones relacionadas con personas de su entorno.