La figura del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se resquebraja en su país, debido a las respuestas y su actuar ante los últimos casos de asesinatos de mujeres que han indignado a una nación con altos índices de violencia y corrupción.
Primero fue el caso de Ingrid Escamilla, quien fue apuñalada hace 10 días por su pareja, identificada como Erick Francisco “N”, en Ciudad de México, quien luego la desolló y le quitó algunos órganos, de los que se deshizo arrojándolos por el inodoro del departamento donde vivían.
El crimen también suscitó protestas por la difusión de las imágenes de su cuerpo mutilado en algunos tabloides de la capital, presuntamente filtradas por funcionarios de seguridad y justicia.
El segundo fue el hallazgo de una niña de siete años asesinada en la capital mexicana durante el último fin de semana generó indignación este lunes, dos días después de que centenares de mujeres protestaran en varias ciudades por el terrible crimen de una mujer de 25 años.
El cuerpo de la menor fue hallado con signos de tortura el sábado en la localidad de Tláhuac, al sureste de la capital, tras haber sido reportada como desaparecida el 11 de febrero.
Estos dos crímenes han marcado la semana política de López Obrador, cuya capacidad de respuesta ha dejado más dudas que certezas, desde pedir que se cambie el tema a declarar que no protesten a las afueras del palacio de gobierno en Ciudad de México.
El mandatario mexicano da todas las semanas conferencias de prensa, donde permite que los periodistas realicen preguntas y donde -por lo general- termina enfrascado en discusiones. El martes 11 de febrero se mostró molesto, luego que le preguntaran sobre la propuesta de la Fiscalía General de México de eliminar el feminicidio (femicidio en Chile) como delito, y dejarlo como agravante, argumentando que sería más fácil de investigar.
Aunque AMLO se mostró contrario a la propuesta, pidió a los periodistas presentes que no hablaran únicamente de los feminicidios, que habían otros temas importantes, especialmente en materia económica.
“Miren, no quiero que el tema sea nada más lo del feminicidio, ya está muy claro. Se ha manipulado mucho sobre este asunto en los medios, no en todos desde luego, los que no nos ven con buenos ojos aprovechan cualquier circunstancia para generar campañas de difamación, así de claro, de distorsión, información falsa. Este es el caso”, declaró.
Palabras que traerían consecuencias, porque al mismo tiempo se conocían detalles sobre el brutal feminicidio de Ingrid Escamilla y los cuestionamientos públicos al actuar del gobierno, incapaz de reducir el número de asesinatos de mujeres y a medios de comunicación que publicaban las imágenes de los restos de la joven.
Aunque López Obrador condenó el crimen, se declaró en contra de los feminicidios y ordenó investigar si desde alguna unidad dependiente del gobierno se filtraron las imágenes, organizaciones sociales recordaron cómo ha ignorado el tema y protestaron el viernes afuera del palacio de Gobierno.
“Le pido a las feministas, con todo respeto, que no nos pinten las puertas, las paredes. Que estamos trabajando para que no haya feminicidios, que no somos simuladores y que no esperen que nosotros actuemos como represores, que no nos confundan (…) Sabemos, porque llevamos años luchando, cómo sacarle la vuelta a la provocación. Y que respetamos el derecho de todos a la manifestación, pero ojalá y se ejerza ese derecho de manera pacífica, sin violencia”, explicó el gobernante.
Pero mientras feministas protestaban afuera, AMLO brindaba una nueva rueda de prensa, donde fue encarado por la activista y periodista Frida Guerrera, que lo cuestionó por dar respuestas evasivas a la problemática.
La activista cuestionó al gobierno, pues en 2020 se han registrado cerca de 150 feminicidios en México y que el gobierno sólo ha salido en dos ocasiones a pronunciarse públicamente, consignó el portal Reporte Indigo.
“¿Por qué se desvía del tema? Uno de los puntos que desgraciadamente por todos estos años se ha vivido en este país para que se tergiversen justamente los mensajes es la falta de claridad justo en esos mensajes”, sostuvo.
“Qué concretamente se está haciendo, por qué de verdad no se contempla la posibilidad de crear una fiscalía de crear una fiscalía especializada para el tema del feminicidio y se deje de dar esa responsabilidad a los gobiernos estatales, que no están haciendo nada. Usted habla mucho de corrupción, el tema del feminicidio y las desapariciones está repleto de corrupción”, agregó.
A nivel de datos la situación no mejora para México, pues según cifras oficiales se registaron 1.006 feminicidios en 2019. De acuerdo a datos recogidos por la ONU, basadas en estas mismas instituciones, en 2015 los feminicios fueron 411 y en 2018 se registraron 891 casos.
Cifras que según diversas organizaciones serían mayores, debido a deficiencias del sistema judicial. Solamente uno de cada cinco asesinatos de mujeres fueron investigados como feminicidios en los últimos años, además se estima que el 97% de los casos queda sin condena, consignó la DW.
Criticas a López Obrador
Las palabras de AMLO pidiendo reducir las protestas por la violencia y los feminicidios tuvieron un rápido rechazo de parte de las principales organizaciones de Derechos Humanos, tanto Human Rights Watch (HRW) como Amnistía Internacional repudiaron las frases del mandatario y acusaron su poca capacidad para reaccionar al problema.
“Mientras a las mujeres y las niñas nos sigan matando, violando y discriminando no hay cambio posible. Hoy encuentran el cuerpo desnudo y violentado de la pequeña Fátima. La semana pasada fueron Ingrid y muchas más. Deja de menospreciar nuestras vidas y demandas López Obrador”, tuiteó Erika Guevara, directora para las Américas de Amnistía.
La defensora de DDHH citó un video donde AMLO pide calmar las protestas de mujeres y no dañar el palacio presidencial.
Por su parte, el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, criticó que López Obrador vinculara el neoliberalismo con los feminicidios y preguntó qué medidas ha tomado para combatir la violencia y la impunidad.
“¿Qué tiene que ver el feminicidio con el neoliberalismo? Aparte de reflexiones morales (decálogo bíblico incluido) y pedirle a los manifestantes que no pinten las paredes del palacio, ¿Qué política concreta propone López Obrador para combatir el feminicidio y la impunidad?”, indicó.
Las críticas no solo han llegado desde organizaciones de DDHH, sino también medios de comunicación han expuesto la estrategia del gobierno en materia de violencia contra la mujer, recordando que por ejemplo, el tema fue omitido durante el discurso de López Obrador en diciembre, cuando celebrara su primer año en el Ejecutivo.
“Mientras que en la Cámara de Diputados se pretende retomar tardíamente 23 proyectos de reforma a diversas leyes que buscan incrementar el castigo por el delito de feminicidio, desde el Ejecutivo se pugna por desaparecer este delito, pero ante el rechazo a esta aberración, hubo marcha atrás, en cualquiera de los casos, está claro que para el presidente López Obrador no es prioridad el tema de la violencia contra las mujeres”, escribió el columnista Alejo Sánchez del Diario El Financiero.
En la misma línea, la edición mexicana del diario El País, recalcó lo complejo que ha sido para la administración de López Obrador y derechamente sostiene que el mandatario no comprende la gravedad del asunto.
“La condescendencia con la que ha respondido a las graves preguntas sobre feminicidios formuladas por las periodistas develan a un mandatario que no acaba de comprender el espinoso asunto que tiene entre manos. Se molesta cuando se le recuerda que en México no hay una fiscalía especializada en machismo criminal, que la investigación de los casos no se aborda con perspectiva de género, que la protección de las víctimas es insuficiente cuando no nula y que el trabajo constante de su Gobierno, ese problema que dice atender “cada día”, no ha logrado la más mínima reducción en esa sangrienta estadística”, dice la editorial del medio.
El problema ha explotado en el rostro del gobierno mexicano y esta semana se han convocado nuevas protestas por los feminicidios de Ingrid y de la pequeña Fátima.