El gobierno transitorio de Bolivia condecoró este lunes a efectivos de una unidad policial de Cochabamba (centro) que se amotinaron en noviembre, un día antes de que el expresidente Evo Morales dimitiera de su cargo y saliera exilado a México, tras perder el apoyo de los militares.
Morales se vio obligado a renunciar el 10 de noviembre, luego que los militares le retiraran su apoyo tras el motín policial y en medio de fuertes protestas en las calles durante tres semanas denunciando fraude en las elecciones de octubre.
Los comicios fueron anulados por Morales el día de su dimisión y recientemente fueron convocados de nuevo para celebrarse el 3 de mayo próximo.
“Ustedes fueron la primera barrera de contención contra los narcoterroristas que quisieron dañar Cochabamba”, dijo el ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, en el acto de reconocimiento a los policías amotinados.
La primera en rebelarse fue la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) de Cochabamba (centro) y poco después se amotinaron los comandos de la policía de Sucre (sur, la capital de Bolivia) y Santa Cruz, rica región del oriente del país y bastión opositor.
Tras el motín, Morales denunció un golpe “en marcha” en su contra.
En la misma línea, la presidenta interina Jeanine Áñez (derecha) designó a principios de este mes a seis nuevos generales y consideró que “la policía nacional debe subordinarse a la Constitución Política del Estado, a las leyes bolivianas, a Dios, pero nunca más a un partido político”.
Áñez, que decidió postularse a la presidencia en los comicios de mayo, marcha tercera en las preferencias con 16,5%, detrás del exmandatario centrista Carlos Mesa (17,1%) y de Luis Arce (31,6%), candidato del partido de Morales.