El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, defendió este miércoles su gestión afirmando ha devuelto a la institución “su lugar central como foro político hemisférico”, frente a los dos candidatos que desafían su aspiración de ser reelegido el 20 de marzo.
Almagro dijo en una presentación ante el Consejo Permanente en Washington que el primer desafío que enfrentó en 2015 fue “recuperar la credibilidad y la relevancia de la OEA”.
A pocas semanas de las elecciones programadas para el 20 de marzo, Almagro busca comprometer los 18 votos que necesita para ser confirmado en el cargo.
Pero tiene dos rivales de peso: la excanciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa, que fue presidenta de la la Asamblea General de la ONU, y el peruano Hugo de Zela, un avezado diplomático.
Tras las presentaciones de cada candidato, habrá un tiempo para preguntas y espacio para las conclusiones.
Almagro llega a la reelección con el apoyo de Estados Unidos, pero con críticas que le endilgan una polarización en la organización.
Almagro defiende un estilo directo y describe al presidente venezolano Nicolás Maduro como un “dictador con todas las de la ley”, en tanto defiende herramientas polémicas como las sanciones económicas contra Caracas.
Actualmente en la OEA la banca de Venezuela la ocupa Gustavo Tarre, un representante del líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 50 países.
Eliminar “posiciones personales”
Espinosa, de 55 años, dijo en una entrevista con la AFP que un mandato suyo al frente de la OEA “cicatrizaría” la polarización y que impulsaría un diálogo con “hoja de ruta” para poner fin a la crisis en Venezuela.
Al tomar la palabra ante el Consejo Permanente, prometió “evaluar con los Estados temas emergentes de carácter sensibles antes ejecutar acciones en nombre de la organización”.
“Necesitamos comunicar más y mejor eliminando posiciones personales y reflejando las posiciones de los Estados miembros tomados por resoluciones”, dijo la diplomática de 55 años que habla fluidamente inglés y francés.
La candidatura de la excanciller ecuatoriana no fue presentada por su país -que apoya a Almagro- sino por Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas.
De Zela defiende que si gana Almagro o Espinosa, los países de la OEA seguirán polarizardos y no habrá avances en la crisis venezolana.
El diplomático peruano dijo en su presentación que la secretaría general “tiene que ser parte de la solución, su papel no puede ser exacerbar la crisis”.
De Zela aseveró que el papel del jefe de la OEA es “mantener una relación funcional con los estados miembros” y que su rol “no reside en el protagonismo en las redes sociales”.