El Gobierno de México dijo este jueves que reclamará ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) la vigilancia policial a su embajada en Bolivia, tras haber denunciado “hostigamiento y amedrentamiento” en la sede diplomática.

“¿Qué planteamos? Que se respete y preserve la integridad de las instalaciones y quienes están dentro de las instalaciones que son parte del territorio mexicano. Exhortamos a que sean respetadas las instalaciones, se preserve la integridad, así como de personas que están en la embajada”, dijo en conferencia de prensa el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.

“Estamos estableciendo conexión con toda la comunidad porque ni en los peores momentos de los golpes militares de los 70 y 80 (en América Latina) se puso en riesgo la integridad de las instalaciones”, agregó.

Ebrard dijo que el gobierno mexicano espera que la Corte Internacional de Justicia abra en el corto plazo el proceso correspondiente tras el reclamo.

“Esperamos que pueda ser así dada la emergencia que estamos enfrentando y que la comunidad internacional se vaya pronunciando a partir del día de hoy”, dijo.

El miércoles, México exigió de nuevo a Bolivia que cesara “la política de hostigamiento y amedrentamiento”, que asegura, viene ejerciendo contra la sede diplomática.

México ya había denunciado el lunes como “excesiva” la presencia de personal de servicios de inteligencia y de seguridad bolivianos, a lo que La Paz respondió asegurando que existen amenazas “creíbles” de ataques contra la sede diplomática por parte de movimientos sociales e indígenas.

En la embajada mexicana se encuentran asiladas varias personas cercanas al expresidente Evo Morales, que se guarecieron tras su renuncia, el 11 de noviembre pasado, y en medio de fuertes disturbios en el país que provocaron 36 muertos.

Sobre algunos de ellos pesan órdenes de captura, pero la embajada se ha negado a entregarlos, mientras que La Paz rechaza darles salvoconductos para salir del país.

Tras dejar el poder, Morales se asiló en México, donde permaneció del 12 de noviembre al 6 de diciembre, cuando dejó el país para una breve estancia en Cuba, antes de asilarse en Argentina.