El expresidente de Bolivia, Evo Morales, aterrizó en México como asilado político, tras un sinuoso periplo debido a decisiones de último momento de varios países que afectaron el plan de vuelo previsto inicialmente.
“Hemos implementado programas sociales para los más humildes, buscando la igualdad, la justicia. Yo estoy convencido, sólo va haber paz cuando se va garantizar la justicia social (…) Ideológicamente somos anti imperialistas, que sepa el mundo entero. No por este golpe voy a cambiar ideológicamente, no por este golpe voy a cambiar de haber trabajado en los sectores más humildes”, aseveró el exmandatario.
Y agregó en el hangar del Ejército mexicano: “Gracias a México, a sus autoridades, pero también quiero decirles que mientras tenga la vida seguimos en política, mientras esté en el tren de la vida sigue la lucha, y estamos seguros que los pueblos tienen todo el derecho de liberarse”.
Morales llegó al aeropuerto de Ciudad de México, en un jet de la Fuerza Aérea Mexicana, y fue recibido por el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
“Muchas gracias por salvarnos la vida”, dijo por último Morales al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que le ofreció el asilo político desde el domingo pasado, el día en que renunció en medio de masivas protestas por su disputada reelección a un cuarto mandato.