El presidente peruano, Martín Vizcarra, anunció este lunes que disolvió constitucionalmente el Congreso, dominado por la oposición, luego de que éste se negara a suspender una polémica designación de nuevos miembros del Tribunal Constitucional.

“He decidido disolver el Congreso y convocar a elecciones parlamentarias” anticipadas, dijo Vizcarra en un mensaje al país por televisión, al agudizarse un choque de poderes iniciado hace tres años y cerrarse las vías de entendimiento entre el ejecutivo y legislativo.

“Es claro que la obstrucción y blindaje (del Congreso) no cesan y no habrá acuerdo posible”, sostuvo el mandatario, mientras centenares de manifestantes congregados afuera del parlamento celebraban su decisión.

“Ante negación fáctica de confianza decidí disolver el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la república”, añadió, horas después de que los jefes parlamentarios rechazaran suspender la cuestionada designación de nuevos magistrados del Tribunal Constitucional.

La misma jornada fue introducido el decreto supremo en una edición extraordinaria del Diario Oficial.

En éste se resolvió llamar a nuevas elecciones parlamentarias para el domingo 26 de enero de 2020, “para que complete el periodo constitucional del Congreso disuelto, incluida la Comisión Permanente”.

Vacancia presidencial

En respuesta a la acción de Vizcarra, los parlamentarios opositores presentaron en el Congreso una moción para declarar incapacidad moral del presidente, y para dejar el cargo vacante. Por falta de quorum, esta alternativa no fue votada, pero sí se aprobó suspender por 12 meses al mandatario.

Según reportó El Comercio, los parlamentarios consideran que Vizcarra cometió una “conducta inmoral” al presentar una cuestión de confianza “sobre una materia cuya sustentación debía ser priorizada y programada como primer punto de la agenda de la sesión del pleno del Congreso del día de hoy”.

Mientras en la Sala se esperaba a que puedan llegar los parlamentarios necesarios para votar la vacancia y suspensión de Vizcarra, efectivos policiales llegaron hasta las puertas del Congreso, aumentando la tensión e impidiendo el acceso a los legisladores.

“Ultimatum”

Vizcarra había lanzado el domingo un ultimátum al Congreso al anunciar que lo disolvería si este lunes le negaba un voto de confianza para reformar el método de designación de los magistrados, con lo que busca impedir que ese alto tribunal sea copado por la oposición.

Pero el Congreso, controlado por la oposición fujimorista, decidió este lunes pasar por alto su petición e iniciar de inmediato el nombramiento de nuevos magistrados.

Durante una sesión plagada de incidentes, el Congreso eligió a uno de los magistrados en medio de protestas que obligaron a postergar hasta el martes las cinco votaciones pendientes.

Una disolución del Congreso en Perú no ocurría desde el 5 de abril de 1992, cuando el entonces presidente Alberto Fujimori (1990-2000) dio un “autogolpe” y asumió plenos poderes con el apoyo de las fuerzas armadas. En esta ocasión, en cambio, Vizcarra se amparó en la Constitución para dar este paso.