Dos años de inactividad en su cuenta de Facebook, hasta ayer, según los reportes de medios como Clarín.
Nahir Galarza, conocida en Argentina por asesinar brutalmente a su novio, Fernando Pastorizzo, se las ingenia para seguir dando de qué hablar y desde prisión, donde se supone que está privada no solo de su libertad, sino, de navegar por el ciberespacio.
No es así. Como una ciudadana cualquiera, publicó fotografías desde la cárcel (Penal 6 de Paraná) en la que cumple prisión perpetua, tras un mediático juicio.
Parece destinada a conservar el interés del público. Las imágenes que publicó junto a otra presa de Paraná, las acompañó con la frase “Cumpliendo la maldita condena”. La joven hizo todo un análisis de como la sociedad juzga a las mujeres en prisión.
“Creen saber lo que nos pasó porque conocen nuestra condena (social) pero no nuestra historia. Hablar van a hablar igual…”, escribió, mientras posaba con la que llama “mi hermana de otra vida”. Se refiere a Yanina Soledad Lescano.
Galarza, sonriente junto a Janina en las fotografías, tiene un as bajo la manga con sus abogados. Se trata de un nuevo recurso para pedir la reducción de la condena.
Meses atrás, la justicia argentina rechazó otra petición similar. La defensa de la joven argumentaba que los fiscales la interrogaron “con falta de perspectiva de género”.
Esta vez, se muestra (literalmente) confiada de obtener una respuesta positiva del judicial.
De la joven que la acompaña en las fotos, hay otro prontuario que dio mucho de que hablar en territorio argentino.
Janina guarda prisión por el asesinato de su hijastra de dos años, Nahiara Lujan Cristo, quien fue internada en un hospital con graves golpes en su cuerpo que, al cabo de unas horas, la llevaron a la muerte.
Janina y su pareja, (el padre de la niña) Miguel Ángel Cristo, esperan en breve el juicio por este cruel asesinato.
Se sabe que se culparon mutuamente de la muerte de la niña, cuyo cuerpo presentaba además un cuadro de desnutrición y quemaduras de cigarrillo.
Nahir y Janina no solo tienen en común posar para la fotografía en redes sociales. Esta última podría recibir cadena perpetua en las próximas semanas y, si el internet o la prisión lo permite, tendrán toda la vida para retratar su encierro.
Al calabozo
El paseo y “posteo” que Nahir Galarza realizó en redes sociales, trajo consecuencias inmediatas en el Penal 6 de Paraná.
Las autoridades penitenciarias ordenaron una requisa por la tenencia de móviles en este recinto.
Decomisaron el celular a Nahir, el segundo en dos años, y la enviaron al calabozo. Fue el castigo por tener un móvil en la celda, tomarse fotografías y publicarlas en las redes sociales.
La traducción mediática de lo ocurrido es clara. Las reglas al interior de la cárcel se vieron vulneradas por una joven que sigue estando en el centro de la polémica, aún desde prisión. Por lo tanto, había que aplicar un correctivo para denotar que hay disciplina, como también presas que tienen móviles en su poder y lo más grave: acceso a internet.
Los abogados de Galarza están apelando al castigo que recibió su clienta, pero las autoridades penitenciarias se mantienen firmes.
“Es una actitud personal y en este caso, (Galarza) deberá hacer una autoevaluación por haber utilizado las redes. Como también debe rever su conducta porque le significa un perjuicio en los beneficios a los que podría acceder y en el cumplimiento de la condena y en la evaluación de su comportamiento”, aseguró el director del servicio penitenciario.