El presidente de Argentina, Mauricio Macri, anunció el martes que la persona que lo acompañará como vicepresidente para las elecciones de este año será Miguel Ángel Pichetto, líder en el Senado del peronismo y figura emblemática del partido Justicialista, al que también pertenece la gran figura de la oposición, Cristina Fernández.
La jugada de Macri remeció el escenario político en Argentina, debido a que refleja la división al interior del Justicialismo, donde un sector rechaza abiertamente la nueva candidatura de la expresidenta Fernández, aunque en este caso vaya como vicepresidenta en fórmula con Alberto Fernández.
Una situación que aprovechó el actual mandatario, para buscar a una figura del peronismo descontento con el kirchnerismo, sumando a un peso pesado como Pichetto, lo que según especialistas también mejoraría la gobernabilidad de la administración Macri.
“Es un exponente incuestionable del peronismo, con excelente relación con los gobernadores peronistas, en quienes se respaldó en los últimos años para liderar el bloque de senadores justicialistas no kirchneristas (…) Su disidencia con Cristina Fernández de Kirchner no es solo política y económica, sino también histórica. Pichetto cree que Cristina se quedó en una Argentina que ha sido, en la de los años 70, y en un mundo que ya no existe”, explicó el periodista Joaquín Morales Solá en su columna del diario La Nación de Argentina.
La crisis económica que afecta a Argentina desde abril de 2018, obligó a Macri a cambiar su estrategia política. Si hasta esa fecha el candidato a vicepresidente saldría de su círculo más cercano, desde entonces la idea de ampliar la coalición de gobierno fue aumentando, al igual que se desarrolaba la recesión econoḿica en el país.
De este modo, Macri tuvo que ir a buscar alternativas. Versiones de la prensa argentina apuntan a que Pichetto no era la primera opción para acompañar al presidente, también se le ofreció la vicepresidencia a otros peronistas distantes del kirchnerismo.
El periodista y analista, Carlos Pagni, reveló en diario La Nación, que Macri buscó en primera instancia al gobernador de Salta y una de las figuras del peronismo Federal, Juan Manuel Urtubey, para ser compañero de fórmula, pero este último rechazó la propuesta.
“Ellos piensan en Juan Manuel Urtubey y Pichetto. Urtubey dice que no abiertamente y Pichetto nunca dijo que no”, indica Pagni, agregando que esta alianza le dará a Macri una gobernabilidad que no tenía, pues tendría -en teoría- el apoyo de gobernadores peronistas lejandos a los K.
“Pichetto tiene un discurso más macrista que Macri. Incluso dice cosas que Macri piensa, pero que no podría decir. Pichetto radicaliza a Macri. Es más filoso que el gradualismo. Los macristas más ortodoxos son los más felices porque, en su mayoría, son antiradicales”, sostiene.
¿Carrera de dos caballos?
La acción de Macri fue la contrapartida de la sorprendente decisión de Fernández del 18 de mayo, cuando se lanzó como candidata a vicepresidenta y elevó al primer lugar en la fórmula a su exjefe de gabinete Alberto Fernández.
Así, Cristina, como la llaman popularmente, delegó el puesto natural de candidata presidencial que tenía por liderazgo en una figura más moderada y dialoguista.
“Las elecciones se convierten en una carrera de solo dos caballos, entre Macri y Fernández”, señaló este miércoles en un informe la consultora Eurasia Group.
Y la carrera luce por el momento cabeza a cabeza, pues la fórmula Fernández/Fernández reúne un 35,2% de las intenciones y Macri un 34,9%, según un estudio reciente de la consultora Management & Fit sobre un universo de 2.000 personas.
En coincidencia, el analista político Sergio Berensztein afirmó a la AFP que “las dos grandes coaliciones se están preparando para disputar el poder”.
El tercero en discordia, Roberto Lavagna, otro peronista que se postula a la presidencia, recibe apenas entre 6% y 8% de intención de voto.
Exministro de Economía, Lavagna es el padre de la reestructuración del 76% de la deuda en default en 2006. Se presentará en alianza con socialistas provinciales y disidentes del peronismo. Su candidato a vice será Juan Manuel Urtubey.
Prudencia y moderación
La mayoría de los observadores coincide en que corren vientos de prudencia en el fragor político frente a la crisis económica que azota al país con recesión, inflación, desempleo y endeudamiento.
“Al margen de las candidaturas, hay un giro en la política al pragmatismo, la moderación y al centro. Alberto Fernández es lo más moderado que podía mostrar Cristina”, comentó Berensztein.
En la alianza macrista participan con fuerte presencia territorial en cada distrito la socialdemócrata Unión Cívica Radical (UCR). “Hay que reconocer el aporte de los radicales que llamaron a una apertura de la coalición y a incorporar a peronistas”, agregó el analista.
“Los asesores electorales de Macri siempre han pensado que deben atraer los votos antiperonistas. En ese sentido, (la postulación de Pichetto) es un reconocimiento claro de cuán difícil es el panorama electoral, así como de la preocupación creciente de que Alberto Fernández tenga un muy buen resultado en las primarias y se coloque cerca de ganar en la primera vuelta”, subrayó Eurasia Group.
El primer turno de votación se realizará el 11 de agosto con las primarias abiertas y obligatorias, meramente testimoniales pues la casi totalidad de los candidatos ya tienen el aval de sus partidos y alianzas.
La primera vuelta está prevista para el 27 de octubre, cuando también se renueve la mitad de la cámara de Diputados y un tercio del Senado. El eventual balotaje será el 24 de noviembre.