El líder de la oposición venezolana, Leopoldo López, brindó una conferencia de prensa afuera de la Embajada de España en Caracas, donde descartó entregarse a la policía bolivariana, luego que la justicia emitiera una orden de detención en su contra.
“Yo no quiero volver a la cárcel, es un infierno, pero no le tengo miedo a la cárcel, ni a Maduro ni a la dictadura”, señaló López.
El opositor declaró que permanecerá como huésped en la Embajada de España y que espera que dure poco esa situación, pues estima que podrán derrocar a Maduro.
López aseguró que el fallido levantamiento militar del pasado martes es parte de un proceso para poner fin al gobierno del presidente Nicolás Maduro, que tildó de “dictadura”.
“Es parte de un proceso, es una grieta que se va a convertir en una grieta más grande (…) que va a terminar rompiendo el dique”, dijo López.
“Durante más de tres semanas tuve reuniones en mi casa, con comandantes, generales, representantes de distintos componentes de las fuerzas armadas. Se comprometieron a contribuir con el cese de la usurpación”, agregó.
Las declaraciones se dan luego que el gobierno de España emitiera un comunicado, donde afirmaba que no tenía intenciones de ejecutar la orden de captura dada por la justicia chavista para la captura de López.
El gobierno de España “en ningún caso contempla la entrega de Leopoldo López a las autoridades venezolanas ni su desalojo de la Residencia del Embajador”, afirmó el ejecutivo en un comunicado, deseando también “encontrar una solución a la mayor brevedad posible”.
El fallo de un tribunal de Caracas asegura que López, figura emblemática de la oposición, violó “flagrantemente” la medida de arresto domiciliario que recibió en agosto de 2017 y la prohibición de hacer declaraciones políticas.
El opositor aseguró el pasado martes que fue liberado por militares que protagonizaron una fugaz sublevación contra Maduro, encabezada por su copartidario Juan Guaidó, reconocido como mandatario interino de Venezuela por medio centenar de países.