El expresidente de Perú, Alan García, fue hospitalizado tras dispararse este miércoles, cuando la policía efectuaba una orden de detención en su contra, por su eventual vinculación con el caso de corrupción Odebrecht.

Según reportó diario El Comercio de Perú, el político fue ingresado al hospital Casimiro Ulloa en el barrio de Miraflores en Lima.

“Esta mañana ha sucedido este lamentable accidente: el presidente tomó la decisión de dispararse”, dijo a periodistas su abogado Erasmo Reyna en la puerta del Hospital de Emergencias Casimiro Ulloa, en Lima. El hospital indicó que García, de 69 años, tiene “una herida de bala en la cabeza” y está siendo operado.

García al ver que la policía entraba a su vivienda, se habría encerrado en su habitación y tras hablar con sus abogados, se disparó. Los agentes al ingresar al lugar se encontraron con el exmandatario herido y lo trasladaron a un hospital.

Estado crítico

Desde el hospital Casimiro Ulloa indicaron que García fue ingresado tras dispararse en la cabeza, siendo operado de urgencia en dicho recinto, donde logró superar tres paros cardiorrespiratorios y su estado es “muy grave”, reconoció el Ministerio de Salud.

“Hemos hecho tres veces reanimación cardiopulmonar (…) La situación es muy crítica, muy grave”, reconoció Zulema Tomás, ministra de Salud, ante los medios de comunicación.

El director del recinto de salud, Enrique Gutiérrez, indicó que García presenta un disparo en el cráneo “con orificio de entrada y salida”.

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El medio añadió que la orden también incluye al exsecretario de Palacio durante su segundo gobierno, Luis Nava, y el empresario Miguel Atala, cercano a García.

Por su parte, América Noticias reportó que el exmandatario estaría en estado de coma.

Ayer martes, el expresidente aseguró a través de redes sociales que no está vinculado a ningún hecho de corrupción. “Jamás me vendí y está probado”, aseguró.

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