DW: Ya han pasado tres semanas desde que usted se juramentó ante una multitud el 23 de enero y, desde entonces, en Europa se le conoce como el “Obama venezolano”. ¿Estoy hablando con el futuro presidente electo de Venezuela?
Juan Guaidó: Seguramente hay características que atribuyen a los liderazgos y seguramente habrá coincidencia pero, por supuesto que queremos tener una agenda propia de Venezuela y (desarrollarla) identificados con nuestra nuestra gente. Primero hay que construir con fuerza, y con todo el respaldo que hemos tenido a nivel internacional. Esta es la etapa del cese de la usurpación (para) construir un gobierno de transición y mi rol en este momento es articular esa futura elección libre, que es la última etapa de este proceso. Todo debe estar acompañado por la unidad. En su momento veremos quién nos representará en esa elección libre.
¿Si se está dando tanta importancia a la Asamblea Nacional por qué no se juramentó ante ella?
Lo primero es que en el mismo momento que yo tomo juramento como presidente del Parlamento asumo las competencias de nuestra Constitución, pero en Venezuela hoy vivimos una dictadura, un secuestro de los poderes públicos, un secuestro de las Fuerzas Armadas.
Yo estuve incluso secuestrado físicamente el 13 de enero. El 5 de enero, cuando tomé juramento, (nos propusimos) construir las capacidades para ejercer funciones para poder llevar resultados a nuestra gente, para poder reunir el poder político y social de movilización organizativa con el fin de lograr el cese de la usurpación.
La gran movilización de la sociedad civil que se mantiene activa en las calles de Venezuela, así como el respaldo internacional y el llamado claro a las Fuerzas Armadas nos permite a nosotros ejercer competencias. El 23 enero habíamos reunido parte (de ello), porque aún seguimos hoy en Venezuela en una dictadura que amenaza con armas, con cárcel, con elecciones que no existen, en el caso del Parlamento.
Hemos reunido esas competencias para lograr el cese de usurpación y conformar un gobierno de transición que nos lleve elecciones.
DW: Hablemos de la ayuda humanitaria. Hay tensión en la frontera con Colombia y Brasil. Nos llega información de que ya la ayuda humanitaria está en Venezuela. ¿Es eso cierto?
Hay una pequeña porción que logramos entregar el día de hoy para salvar vidas: 4500 suplementos nutricionales para madres en periodo de gestación con un estado de desnutrición para poder prevenir espina bífida entre otras cosas, para salvar vidas por nacer y casi 85.000 suplementos nutricionales para jóvenes o niños bebés en estado de desnutrición.
Esas son un 1.700.000 porciones, que no son suficientes. Por eso debemos abrir el canal humanitario. Y claro que hay tensión en la frontera, pero debe haberla, sobre todo, en las Fuerzas Armadas y en una pequeña porción del régimen que desconoce la crisis que la niega, que niega la migración de casi el 15% de la población venezolana, producto de esa emergencia humanitaria que desconoce el 2 millones por ciento de inflación que sufre Venezuela por el mal modelo y la corrupción, que desconoce que 53% del PIB se contrajo en apenas cinco años producto de su mal manejo de los fondos públicos. Yo entiendo que ellos (el Gobierno) sientan tensión porque no pueden reconocer la crisis que generaron, la crisis (a la) que ellos empujaron al pueblo de Venezuela.
Por otro lado, hay un pueblo esperanzado (en) que entre la ayuda humanitaria como primer paso, porque sabemos que no es la solución a la crisis. Creemos que hay que abrir el corredor humanitario, generar gobernabilidad institucionalizar e implementar los planes de desarrollo, frenar la hiperinflación, rescatar industria petrolera, generar puestos de trabajo entre otras cosas.
Dentro del Gobierno de Nicolás Maduro se teme que esa ayuda humanitaria venga con una intervención militar. ¿No teme por la seguridad de los voluntarios que están intentando traer esa ayuda humanitaria?
Hablar claramente a las Fuerzas Armadas (es) el legítimo ejercicio de nuestras competencias en Venezuela para lograr salvar vidas. Hace unos días murieron ocho niños de tres años por diarrea y vómito en estado de desnutrición y deshidratación. Imagínate la gravedad del asunto que tenemos en el ejercicio de nuestras competencias como presidente encargado y comandante en jefe encargado de las Fuerzas Armadas. Sabemos que hay miedo al interior. Y vamos a ejercer la presión necesaria para que ingrese esta ayuda.
¿Hay temor a que la ayuda humanitaria no pueda ingresar a Venezuela?
En un campamento humanitario, como una prueba piloto para todo el país, intentaron sabotearla. No pudieron. Creo que va a ser muy similar cuando miles o cientos de miles de voluntarios se dispongan a que ingrese. Y apelar siempre a la conciencia de las Fuerzas Armadas a que se pongan del lado de la Constitución. No permitirlo será considerado como un crimen de lesa humanidad.
En Venezuela pudiéramos estar hablando de un genocidio silencioso cuando cientos de miles han perdido la vida por falta de insumos, por no proteger el derecho a la vida. Así que este régimen asesina de manera directa como el FAES que asesinó a 70 (personas) en una semana porque estaban protestando o, de manera indirecta, porque no atiende la crisis alimentaria, no atiende la crisis de insumos médicos e incluso la inseguridad que convierte a Caracas en la capital más violenta del planeta.
¿Usted ha dicho que podría haber una intervención militar de Estados Unidos, no teme una desestabilización de la región?
No. Yo no he dicho eso. Eso es importante reiterarlo. Me lo han preguntado mucho sobre la posibilidad. He dicho claramente que todas las decisiones que va a tomar Venezuela de manera soberana, en el ejercicio de competencias como presidente encargado, como Parlamento Nacional; salvaguardando la vida de todos los venezolanos, procurando un menor, o ningún costo social, generando estabilidad, gobernabilidad, atención a la emergencia, salir de una dictadura en el ejercicio de nuestras competencias decidiremos cuál es esa fuerza necesaria para cesar la usurpación.
La prensa internacional (se ha enfocado en una presunta intervención), pero eso es minimizar la lucha de años para construir mayorías en Venezuela; eso es desconocer el haber enfrentado a una dictadura que se resiste a reconocer la victoria abrumadora de la oposición en el Parlamento, el haber votado una y otra vez, el haber protestado, el haber tenido más de mil presos políticos, de los cuales 300 son mantenidos, hoy todavía, tras las rejas, en casa por cárcel, asilados o exiliados. Querer ver hacer (una intervención militar) como una opción, es desconocer todo el esfuerzo el sacrificio de Venezuela.
Sí, pero es visible que hay mucho apoyo de parte de Estados Unidos a su gobierno de transición, y existe el temor de que eso sea un arma de doble filo…
Eso también sería minimizar que también Alemania ha hecho un aporte a la ayuda humanitaria muy importante, el cual agradecemos muchísimo, así como a Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Paraguay, Inglaterra, Francia, España, Marruecos, Israel, Japón y otros 60 países en la coalición más grande del mundo en respaldo a la causa constitucional democrática de Venezuela.
De nuevo. (Hablar de intervención) es querer exacerbar y extrapolar un conflicto que no es venezolano. Venezuela tiene una coalición sin precedentes de respaldo de países a una causa democrática constitucional. Estos días me preguntaban: ¿por qué usted sigue libre? Porque estamos en el marco de nuestra Constitución, porque hay un masivo respaldo popular a esta causa que cuenta con el apoyo y reconocimiento de la comunidad internacional, pero, en definitiva, porque esto es (un proceso) profundamente democrático y popular.
¿Cree que Europa ha hecho suficiente para ayudarlo en este proceso?
Europa ha hecho muchísimo, no solamente en un marco inédito de sanciones a funcionarios corruptos y violadores de derechos humanos. El reconocimiento al gobierno encargado que debe convocar a elecciones, de manera inmediata, una vez cese la usurpación, el respaldo a la ayuda humanitaria. Creo que hay una participación activa por los valores fundamentales en este país que son la democracia y la libertad.
Hemos visto a pocos militares reconocerlo como presidente encargado de Venezuela. ¿A qué se debe que es tan visible el apoyo militar hacia Nicolás Maduro, en estos momentos?
(El gobierno) tiene los medios comunicación nacional. Probablemente ustedes -lo que nos están viendo- nos han visto en mucha prensa internacional. Los invito a contrastar a cuántos programas de televisión me ha invitado en Venezuela: a ninguno.
Es impresionante cuando el mundo entero está muy pendiente de lo que pasa en Venezuela; pero, producto de la censura, de la dictadura, no lo está ningún medio nacional. Hago un paralelismo con esto, porque la verdad es que el 90 u 80% de las Fuerzas Armadas sienten lo mismo que el 80% de la población: que no pueden vivir de su sueldo, que están siendo perseguidos, que sus familias se quieren ir del país o que están muriendo por falta de insumos medicos.
A pesar de la persecución, no han sido pocos (los militares que me apoyan). Véase los sargentos que manifestaron su descontento en Cotiza, el general de division activo de la Fuerza Aérea que me reconoció, los agregados militares en cada una de las Embajadas están trabajando ya a la orden de este nuevo gobierno incipiente que busca ser de transición y generar estabilidad en un país que clama por derechos fundamentales.
Hay mucha persecución. Hay 660 militares activos -de los mejores por cierto- en todo el país siendo torturados y sus familias desaparecidas, en este momento, (como el caso del) sargento en los órganos de la Dirección de Contrainteligencia Militar.
De Nuevo. Lo que me permite seguir hablando contigo es la gran movilización popular y el respaldo internacional y nuestra Constitución, no porque no haya tentaciones. Ya me secuestraron una vez y han amenazado en un par de ocasiones a mi familia. Ya hemos visto lo que hacen con la disidencia en Venezuela y es probable que lo vuelvan a intentar, pero seguiremos firmes en el ejercicio de nuestras competencias.
Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, dijo que cuando baje la presión, lo quiere meter preso. ¿Usted no cree que mientras su presión está bajando, está subiendo de parte del gobierno de Maduro?
El tiempo juega en contra de Nicolás Maduro, un régimen que no tiene futuro porque no tiene propuestas, no tiene respaldo popular, no tiene dirección, no protege a ninguno de los suyos. Versus un movimiento popular que se mantiene, que crece, que sigue movilizado, que gana respaldos internacionales en todo momento, que presenta planes de país, que presenta una opción de estabilización de Venezuela. Así que lo que se inició en Venezuela es indetenible.
Ellos podrán insistir en lo único que saben hacer que es represión, persecución, tortura o simplemente robarse el dinero de Venezuela. Pero lo que indetenible es que vamos a producir una transición pacífica democrática en Venezuela, por el bien de toda nuestra gente.
Si esa transición tarda mucho, no cree que el pueblo venezolano se resignaría. Aquí hay un conflicto de poderes muy intense. ¿(No teme) que se pierda el foco del apoyo internacional, si se tarda mucho?
El pueblo de Venezuela tiene 20 años luchando, y además de manera muy intensa en los últimos cinco; de manera muy intensa en el rescate de su democracia. Así que nosotros no vamos a retroceder, no vamos a retrasar un proceso que es inevitable. Sin duda el régimen de Nicolás Maduro busca “normalizar” un conflicto, mientras mueren niños de hambre, mientras insisten en la persecución, aunque ya no dominan ni siquiera los activos del país porque logramos su protección en la mayoría de los países del mundo. Ya no pueden mantener su burocracia. Además, ellos lo tienen muy claro que es esto es un régimen que buscaba contraprestaciones en cada uno de sus seguidores. De nuevo. Un pueblo movilizado, con determinación, es imbatible.
Los alemanes superaron una dictadura socialista al tumbar el Muro de Berlín.¿Qué puede aprender Venezuela de la experiencia alemana?
Estos 20 años de intolerancia, de querer segregarnos socialmente creo que podemos establecer algunas similitudes con lo que sucedió en Alemania. La fortuna que tenemos hoy en Venezuela es que la reunificación del país se ha ido dando por la vía de los hechos: en un tiempo nos quisieron dividir entre pobres y ricos, entre los que veníamos de izquierda o derecha.
Hoy en Venezuela, por varios motivos, todos somos pobres, porque no tenemos capacidad de ahorro, porque no tenemos capacidad de ascenso social, porque los servicios públicos no llegan; ni el agua no llea a las casas, en el 85% de los casos. Así que nos unimos, no solamente por necesidad sino también por aspiración o por la lucha de los derechos. Así que adelantamos un proceso de transición que tiene mucho que ver con lo que, sin duda, vivieron (los alemanes) hace algunos años.