El presidente venezolano, Nicolás Maduro, llamó a la Fuerza Armada a movilizarse y mantenerse unida para enfrentar la arremetida de Estados Unidos y del autoproclamado mandatario interino Juan Guaidó, quien encabezará este miércoles manifestaciones para que exigir a los militares que desconozcan al gobernante.

Al comandar maniobras militares en Caracas, Maduro denunció que “mercenarios desertores” buscan desde Colombia fracturar a la Fuerza Armada, por lo que pidió: “Unidad monolítica!, ¡Moral máxima!.

“Llamo a la Fuerza Armada (…) a una gran renovación, a una gran revolución militar de la moral”,
dijo Maduro en su arenga ante unos 2.500 soldados.

El llamado ocurre el mismo día en el que opositores se aprestan a salir a las calles entre las 12:00 y las 14:00 locales (13:00 a 15:00 de Chile), con banderas, cacerolas o pancartas.

“Nos reencontraremos en las calles de manera pacífica para respaldar (…) la apertura del canal humanitario y la ley de amnistía (…) La ruta es: cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”
, expresó Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora.

Aunque la cúpula militar la calificó como un “engaño”, el opositor insiste en ofrecer amnistía a los militares que colaboren con un gobierno de transición, buscando romper el sostén de Maduro, la Fuerza Armada.

Washington, que según Maduro usa a Guaidó como un “títere” para darle un golpe de Estado, llamó a los militares a apoyar una transición y dijo sobre una eventual acción armada en Venezuela que “todas las opciones están sobre la mesa”.

Ayuda humanitaria

El líder parlamentario también llamó a esta movilización en respaldo al ingreso de ayuda humanitaria, lo que el gobierno considera una puerta a una intervención militar norteamericana.

Washington dijo tener listos 20 millones de dólares para entregar, en alimentos y medicinas, cuya severa escasez agobia a los venezolanos y ha disparado la migración,
cifrada en 2,3 millones de personas desde 2015 según la ONU.

Maduro atribuye el desabastecimiento a sanciones de Estados Unidos.

“Es probable que parte de esta ayuda humanitaria entre por puerto marítimo y terrestre a través de los países vecinos. (Los militares) van a tener la decisión en sus manos de permitir o no su entrada”, dijo Guaidó esta semana.

El temor a un estallido de la violencia resurge con cada manifestación. Disturbios que estallaron el 21 de enero dejan unos 40 muertos y más de 850 detenidos, según la ONU. Dos oleadas de protestas contra Maduro en 2014 y 2017 se saldaron con unos 200 muertos.

“Necesitamos más sanciones”

En entrevista con la agencia de noticias rusa RIA Novosti, Maduro agradeció el apoyo al presidente ruso Vladimir Putin y señaló que “cada mes” Venezuela recibe armamento ruso, “el más moderno del mundo”.

Por su parte, Guaidó denunció en entrevista con el diario alemán Bild que Venezuela está “en una dictadura” y “debe haber presión”. “Necesitamos más sanciones por parte de la Unión Europea, como lo decidió Estados Unidos”, declaró.

Estados Unidos aprobó el lunes sanciones contra la estatal petrolera PDVSA -fuente del 96% de ingresos del país-, y congeló cuentas y activos venezolanos, cuyo control entregó a Guaidó.

Maduro contraatacó desde el plano judicial. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de línea oficialista, prohibió a Guaidó salir del país y congeló sus cuentas, a solicitud del fiscal general, el chavista Tarek William Saab.

El TSJ ordenó una investigación contra Guaidó por “usurpar” las funciones del mandatario socialista, lo que en principio podría llevar a la pérdida de su investidura parlamentaria.

Ante ello, John Bolton, asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, reiteró que cualquier intento de “dañar” a Guaidó acarreará “serias consecuencias”.

Comicios presidenciales no, parlamentarios sí

La ofensiva de Guaidó seguirá con una “gran marcha” el sábado, cuando se cumplen 20 años de la “revolución bolivariana” fundada por el fallecido líder socialista Hugo Chávez (1999-2013).

Esa movilización respaldará, según Guaidó, el plazo de ocho días -que vence el domingo- dado a Maduro por España, Francia, Alemania, Reino Unido, Holanda y Portugal para que acepte “elecciones libres” so pena de reconocer al opositor como presidente encargado.

Maduro señaló a RIA Novosti no estar dispuesto a convocar elecciones presidenciales, pero dijo que un adelanto de las parlamentarias -pautadas para 2020- sí “sería una buena solución” de la crisis “a través del voto popular”.

Guaidó se autojuramentó luego de que el Congreso declarara a Maduro “usurpador” por asumir el 10 de enero un segundo mandato que considera ilegítimo -al igual que gran parte de la comunidad internacional- por ser resultado de comicios “fraudulentos”.

Aunque sus decisiones son consideradas nulas por el TSJ, que lo declaró en desacato, el Congreso nombró el martes “representantes diplomáticos” en una decena de países que reconocieron a Guaidó como presidente interino.

Maduro se dice dispuesto a discutir “personalmente” con Guaidó y hasta con Trump. Pero Guaidó ha reiterado que no se prestará para “diálogos falsos”.