El autoproclamado presidente interino de Venezuela, el opositor Juan Guaidó, con un creciente apoyo internacional, aumentará este domingo su presión contra el mandatario Nicolás Maduro, llamando a una protesta y promoviendo una amnistía para militares que colaboren con un gobierno de transición.
Alentado por el apoyo cada vez más firme de Europa y Estados Unidos, Guaidó definirá la fecha de una “gran marcha”, tras una semana que dejó 29 muertos y más de 350 detenidos en protestas y disturbios, según grupos humanitarios.
“Vamos a seguir hasta lograr el cese de usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres”, aseguró el sábado en un mitin el líder opositor, de 35 años.
Guaidó pidió a sus seguidores distribuir este domingo, impreso o en las redes sociales, el documento de ley de amnistía aprobado por el Parlamento de mayoría opositora, el cual preside desde el pasado 5 de enero.
“Vamos a llevarla primero a nuestros familiares y amigos militares, y en pequeños grupos, para que no sientan que es una afrenta, a cada puesto policial” o militar, pidió.
Aunque sus decisiones son anuladas por la justicia por considerarlo en desacato, el Congreso aprobó una amnistía que da “todas las garantías constitucionales” a militares y civiles que “colaboren en la restitución de la democracia”.
“Eliminación de la responsabilidad civil, penal, administrativa, disciplinaria y tributaria de las investigaciones, procedimientos, penas y sanciones que se han producido desde el 1 de enero de 1999”, reza el documento, abarcando las dos décadas de gobierno chavista.
Guaidó busca quebrar el principal sostén de Maduro, la Fuerza Armada, que, aunque esta semana le reiteró “lealtad absoluta” y dijo estar unida, muestra fisuras.
El sábado, el agregado de Defensa de Venezuela en Washington, coronel José Luis Silva, desconoció a Maduro como presidente e instó a los militares, en un video grabado en su despacho y difundido en Twitter, a respaldar a Guaidó, de quien dijo haberse puesto a sus órdenes.
“¿Ocho días de qué?”
Este sábado, la Unión Europea (UE) en bloque aseguró que “tomará medidas” si no se convocan elecciones, y España, Francia, Alemania y Reino Unido advirtieron que si ello no ocurre en ocho días reconocerán al opositor.
“La respuesta de Europa fue contundente (…) abre un margen de tiempo para esos funcionarios, civiles y militares, que quieren dar el paso”, reaccionó Guaidó, pero advirtió que “ni nos prestamos a falsos diálogos y mucho menos vamos a elecciones que no tengan condiciones reales”.
En el marco de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Venezuela, el canciller Jorge Arreaza rechazó el ultimátum europeo: “¿Ponerse a la cola de Estados Unidos? (…) ¿del gobierno de Donald Trump? ¿Europa, dándonos ocho días de qué? Nadie nos va a dar a nosotros plazos”, sentenció.
El viernes, el propio Maduro respondió a declaraciones previas del canciller español Josep Borrell en ese sentido. “Si quieren elecciones, que las hagan en España”, expresó.
En la ONU, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, llamó a todos los países del mundo a unirse “a las fuerzas de la libertad” en apoyo de Guaidó, animando por un apoyo europeo más contundente.
Además de Estados Unidos, una docena de países americanos reconocieron al líder opositor. Rusia y China se mantienen leales a Maduro, al igual que Bolivia, Cuba, Nicaragua y Turquía.
Oficina de intereses como Cuba
Guaidó se autojuramentó el miércoles luego de que el Congreso declarara a Maduro “usurpador” por iniciar el 10 de enero un segundo mandato considerado ilegítimo por parte de la comunidad internacional, que estima que su reelección fue fraudulenta.
Apenas Washington reconoció a Guaidó como presidente interino, el mismo miércoles Maduro rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos y ordenó el cierre de la embajada venezolana y de todos los consulados en territorio estadounidense.
Guaidó pidió a los diplomáticos estadounidenses permanecer en el país y Washington dijo que Maduro no tenía la autoridad para tomar la decisión de romper relaciones.
Cuando se cumplía un plazo de 72 horas que dio Maduro a los diplomáticos estadounidenses para abandonar el país, anunció este sábado que se negociará para en 30 días establecer oficinas de intereses en ambos países, como la que tenían Cuba y Estados Unidos.
Maduro aclaró que Venezuela seguirá vendiendo petróleo a Estados Unidos, pero aseguró que buscará nuevos mercados por si Trump impone un embargo petrolero.
El agravamiento de la crisis ocurre en medio de la peor debacle económica en la historia moderna del país con las mayores reservas de petróleo del planeta.