La cifra de muertos por la ruptura el viernes de un dique minero en el sudeste de Brasil llegó a 34, según el último balance oficial divulgado por las autoridades el sábado por la tarde.
El Cuerpo de Bomberos informó también que hay hasta el momento 23 heridos en una tragedia que, hasta el momento, dejó más de 300 desaparecidos.
La catástrofe se produjo ayer viernes en el municipio de Brumadinho, a 60 kilómetros de Belo Horizonte, sepultando buena parte de las instalaciones del complejo Córrego do Feijão, perteneciente a Vale, una empresa gigante del sector minero.
Hasta el momento se desconoce la causa del accidente. Según el presidente de Vale, Fábio Schvartsman, la represa no era usada desde hacía tres años y era verificada regularmente.
Pese a ello, el gobierno brasileño impuso una primera multa de 250 millones de reales (44 mil 300 millones de pesos, aproximadamente) a la empresa, por infracciones relacionadas con la ruptura del dique.
Frente a este accidente, el gobernador del estado, Romeu Zema, afirmó que las chances de rescatar sobrevivientes “son mínimas” y que a partir de ese momento “probablemente” se rescatarían “solamente cuerpos”.
Las búsquedas están siendo encabezadas por bomberos, quienes han centrado su trabajo de rastreo en una comunidad, un edificio, un autobús y una locomotora.