La fiscalía colombiana anunció que identificó plenamente al hombre que hizo detonar este jueves un coche con 80 kilos de explosivo en una academia de policía en Bogotá, causando 10 muertos y 65 heridos.
“Hemos logrado establecer la autoría material de este execrable crimen, de este acto terrorista, en cabeza del señor José Aldemar Rojas Rodríguez”, dijo el jefe del organismo investigador, Néstor Humberto Martínez.
La autoridad no reveló de momento su vinculación con algún grupo armado, aunque aseguró que “en las próximas horas” dará más información sobre los “determinadores o autores intelectuales de este acto terrorista”.
Aunque todo parece indicar que el hombre murió en el ataque, las autoridades no han confirmado su deceso.
Martínez aseguró que Rojas Rodríguez ingresó a las 09:30 locales (11:30 de Chile) en una camioneta gris Nissan Patrol modelo 1993 a la Escuela de Oficiales General Francisco de Paula Santander, en el sur de la capital colombiana.
Aunque el fiscal no ahondó sobre la detonación, un reportero de AFP en la zona escuchó a varios policías hablar en detalle sobre el suceso.
Los agentes, que no hablaron ante las grabadoras, indicaron que un perro antiexplosivo detectó la carga en el automóvil. Al verse descubierto, el conductor aceleró y atropelló a un policía.
Tres uniformados siguieron detrás del vehículo, que a los segundos explotó y habría acabado con la vida de Rojas Rodríguez y de los perseguidores.
El fiscal Martínez señaló que el “último acto” de la camioneta ante las autoridades de tránsito fue la revisión técnico-mecánica el 27 de julio de 2018 en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.
Arauca es una zona con presencia histórica del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla del país tras el desarme y transformación en partido de las FARC en 2017.
Los diálogos de paz entre el ELN y el gobierno están en punto muerto desde agosto, luego de que el presidente Iván Duque exigiera a la organización liberar a todos los secuestrados en su poder y cesar las actividades criminales.
Los rebeldes consideran las exigencias de Duque “condiciones unilaterales inaceptables”, pues con el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos (2010-18) pactaron desarrollar las conversaciones en Cuba en medio de la conflagración en Colombia.
De momento ningún grupo armado se ha atribuido el ataque de este jueves, el peor sucedido en Bogotá desde el coche bomba activado por las FARC en febrero de 2003 en El Nogal, un exclusivo club social en el norte de la capital en el que murieron 36 personas.
Aquella bomba fue el mayor atentado urbano de la otrora guerrilla comunista en más de medio siglo de alzamiento armado.
Aunque aliviado por la firma del pacto con las FARC, Colombia vive un conflicto armado que en medio siglo ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes estatales y narcos, con saldo de ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.