La Bolsa de Sao Paulo cerró la primera semana de Jair Bolsonaro en el poder batiendo este viernes su tercer récord consecutivo.
Aunque la cautela asomó en medio de la ola de optimismo a causa de declaraciones del mandatario ultraderechista que crearon cierta confusión.
Bolsonaro asumió el martes 1 de enero y ya al día siguiente el índice Ibovespa cerró por primera vez por encima de los 90.000 puntos (a 91.012), con un alza de 3.56%.
El jueves el alza fue de 0.61% y esta jornada de 0.3% (a 91.840 puntos).
Durante esta última sesión, el índice llegó a superar los 92.000 puntos, animada por los buenos datos del empleo de Estados Unidos y los cautelosos comentarios del presidente de la Fed, Jerome Powell, sobre las tasas de interés.
El real, por su parte, tuvo la mayor valorización semanal en tres meses y cerró en 3.713 unidades por dólar, frente a 3.874 el 31 de diciembre.
La valoración de la divisa brasileña en esta semana fue de 4,32%.
Pero el controvertido exmilitar de 63 años calmó el gran tirón inicial con varias declaraciones, dando a entender que, por ejemplo, la reforma del sistema de pensiones, considerada vital por los mercados para aliviar la asfixiante situación fiscal de Brasil, sería menos osada que lo esperado.
Para la consultora Capital Economics, los mercados brasileños “tuvieron un fuerte desempeño” esta semana arrastrados por el optimismo que suscita la agenda reformista prometida por Bolsonaro.
Éste incluye un amplio programa de privatizaciones, reducción del tamaño del Estado y del gasto público.
“Pero creemos que ese repunte puede perder fuelle en poco tiempo (…). Todavía hay pocas evidencias de que Bolsonaro y su equipo económico puedan impulsar una reforma del sistema de pensiones satisfactoria, en el altamente fragmentado Congreso de Brasil”, señalaron.
Bolsonaro creó cierta desorientación también al expresar este viernes su “preocupación” por el futuro del fabricante brasileño de aviones Embraer, tras su alianza con la estadounidense Boeing.
“Sería muy buena esa fusión, pero nosotros no podemos, como está en la última propuesta, (Dejar) que de aquí a cinco años todo pueda ser transferido hacia el otro lado”, dijo.
Tras esas declaraciones, las acciones ordinarias de Embraer se derrumbaron un 5,02%.