El fiscal nacional de Perú, Pedro Chávarry, dejó sin efecto la destitución de los investigadores del caso Lava Jato (Odebrecht), tras una serie de críticas contra la decisión, por parte de sus pares e incluso del presidente Martín Vizcarra.
La sensación prevaleciente es que Chávarry favorece la impunidad con el cese de los fiscales claves del caso Odebrecht, a quienes él nombró en julio pasado.
Chávarry es cuestionado porque se considera que el cese de los fiscales Vela y Pérez boicotea un acuerdo judicial de colaboración eficaz (delación premiada) entre la fiscalía brasileña y los fiscales peruanos despedidos para que los ejecutivos de Odebrecht aporten las pruebas documentales de presuntos pagos a políticos locales a cambio de favores.
El acuerdo empezaría a regir el 11 de enero con una declaración en Sao Paulo del exjefe de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, a los fiscales ahora cesados.