El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, realiza este lunes una visita a Caracas para firmar acuerdos de cooperación con su homólogo y aliado venezolano, Nicolás Maduro, que enfrenta una severa crisis económica y un aislamiento regional.
En sus primeras actividades públicas, el mandatario turco depositó una ofrenda floral ante el sarcófago del prócer venezolano, Simón Bolívar, y luego participó con Maduro en un foro de negocios.
Ambos gobernantes tienen previsto reunirse en la tarde en el palacio presidencial de Miraflores.
Erdogan acudió al Panteón Nacional, en el centro de Caracas, en compañía de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, y el vicepresidente de Economía, Tareck El Aissami, quienes lo recibieron a su llegada al país la noche del domingo procedente de Argentina, donde asistió a la cumbre del G20.
Las relaciones entre Venezuela y Turquía se estrecharon en los últimos años, especialmente a medida que Estados Unidos incrementó la presión sobre Maduro con sanciones financieras e individuales contra él y varios miembros del gobierno.
El presidente Donald Trump acusa al heredero político del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) de “dictador” y de violar los Derechos Humanos, sin descartar una intervención militar.
Turquía también mantiene una tensa relación con la Casa Blanca, a la que reclama la extradición del predicador Fethullah Gülen, acusado por Erdogan de haber orquestado el fallido golpe de Estado en su contra de 2016.
Gülen vive en Estados Unidos desde hace varios años.
Relación dorada
El acercamiento entre Erdogan y Maduro se ha incrementado igualmente en el marco de la severa crisis política y socioeconómica venezolana, que obligó a 2,3 millones de personas a emigrar desde 2015, según la ONU.
Con la vital producción petrolera en picada, el gobernante socialista ha invitado a Turquía y demás socios internacionales a invertir en la explotación de una vasta reserva minera conocida como el Arco del Orinoco, con yacimientos de oro, diamante y coltán, entre otros.
El intercambio comercial no petrolero entre los dos países ronda este año los 800 millones de dólares, según Caracas, una cifra no despreciable en medio de sus graves problemas de liquidez.
Además, El Aissami anunció este lunes que empresarios turcos tienen la intención de invertir unos 4.500 millones de euros en el país socio de la OPEP.
Maduro profesa gran admiración por Erdogan, en particular por la mano de hierro que aplicó tras la intentona golpista del 15 de julio de 2016.
El alzamiento militar dejo casi tres centenares de muertos y miles de detenidos. Luego de ello, Maduro advirtió que Erdogan se quedaría como un “niño de pecho” si la oposición venezolana intentaba derrocarlo.
El presidente venezolano enfrentó el año pasado cuatro meses de masivas protestas que resultaron en unos 125 muertos y cientos de heridos y detenidos.
El viaje de Erdogan había sido anunciado, aunque sin fecha específica, el pasado 21 de septiembre durante una visita a Caracas de su canciller, Mevlüt Cavusoglu.
Maduro viajó el 8 de julio a Turquía para asistir a la toma de posesión de Erdogan, en el poder desde 2003, para un nuevo mandato de cinco años.
El jefe de Estado venezolano aseguró en esa oportunidad que sostuvo reuniones de trabajo con inversionistas y empresarios.
Maduro se alista para iniciar un segundo mandato el próximo 10 de enero, tras las elecciones de mayo pasado que fueron desconocidas por gran parte de la comunidad internacional.