El hallazgo del submarino argentino ARA San Juan ha dado pie al inicio de los peritajes para determinar cómo terminó hundido a más de 900 metros de profundidad, diligencias que se realizarán a través de las imágenes que puedan obtener los robots que encontraron la nave.
La empresa Ocean Infinity que halló el submarino tomó más de 60 mil imágenes del ARA San Juan, las cuales comenzaron a ser analizadas por la justicia de Argentina, con el fin de determinar lo que ocurrió el día de su desaparición.
Según diario Clarín de Argentina, el primer análisis realizado a tres imágenes indica que la implosión que causó el hundimiento fue provocada por “tres ingresos de agua de mar”.
De acuerdo al citado medio, la hipótesis que manejan las autoridades argentinas sobre la causa del accidente apunta a que durante la tormenta que se registró el 14 de noviembre de 2017 en alta mar, el agua habría entrado a las baterías de la proa (parte delantera) por la válvula ECO19, lo que habría provocado un incendio.
El comandante a cargo del buque, Pedro Fernández, habría movido la nave a una zona plana en el fondo del mar (40 metros de profundidad). Después, el hidrógeno de las baterías pudo generar una explosión que mató o al menos dejó inconsciente a la mayoría de los 44 tripulantes.
El submarino habría caído por una especie de acantilado en el mar hasta unos 468 metros de profundidad, donde se habría registrado la implosión, para luego seguir cayendo hasta los 907 metros donde fue encontrado la semana pasada.
El experto en submarinos, Horacio Tobías, explicó a Clarín que las imágenes dan a entender que la nave tendría tres agujeros por donde habrían entrado unas 20 mil toneladas de agua, lo que sumado al peso original del ARA San Juan (2.300 toneladas) haría imposible reflotarlo.
Tobías plantea que el agua habría ingresado por el sector de la proa por donde se lanzan los torpedos. “Le faltan los tanques de lastre de proa 3 y 4, el sonar y el ancla. Supongo que todo desapareció cuando la proa habría chocado primero contra el lecho marino”, explica.
Para el experto, el segundo agujero se habría producido por la puerta externa de la proa y el tercero en la popa (parte trasera), justo en la zona donde sale el eje de la hélice, la cual fue hallada clavada en el mar y a varios metros de donde estaba el casco principal.