Los habitantes de Ciudad de México, una de las mayores megalópolis de América Latina, se preparan para vivir sin agua potable desde este miércoles y hasta el 3 de noviembre, por tareas de mantenimiento que convertirán en un desafío el abastecimiento en la urbe.
La falta de agua en la capital mexicana obedece a los trabajos que se realizarán en el sistema Cutzamala, una obra de ingeniería civil que brinda parte del suministro de agua potable que recibe la ciudad desde el occidental estado de Michoacán, y que se suma a lo que se obtiene de mantos subterráneos.
Se espera que la medida afecte a cerca de la mitad de los poco más de ocho millones de habitantes de la ciudad.
Sin embargo, la capital es solo una parte de la zona metropolitana del Valle de México donde impactará el corte. El área también incluye a municipios del vecino Estado de México, donde viven cerca de 20 millones de personas, y se estima que unos tres millones se verán afectados.
Ante el impacto del desabastecimiento temporario de agua, las autoridades preparan el uso de camiones cisterna que darán prioridad a áreas estratégicas como escuelas, hospitales y cárceles.
Además, han pedido a la población almacenar agua y utilizarla con moderación durante los días en los que se extenderán las tareas en Cutzamala.
“Lo que necesitamos es cuidar en extremo el agua, no lavar ropa, unos baños con jícara (pequeña cubeta). La gente que tenga posibilidades económicas, comprar platos y vasos desechables, cuidar el agua que se utiliza”, dijo a la prensa local el director del sistema de aguas de la ciudad, Ramón Aguirre.
“No hay que ponerle más sentido de crisis o de catástrofe al tema, simplemente hay que prepararnos”, agregó.
Se espera que el servicio comience a normalizarse a partir del 4 de noviembre, quinto día desde la interrupción del suministro, y que esté completamente restablecido para el 8 de noviembre.
La falta de agua no será extraña en algunos sectores de la ciudad. Iztapalapa, una de las áreas más pobres y más pobladas de Ciudad de México con 1,8 millones de personas, es la que más ha sufrido su falta. Muchos de sus habitantes están acostumbrados a recibir agua a través de camiones cisterna.
No es el único caso. De los 2,5 millones de hogares de la urbe, casi 569.000 no reciben agua diariamente y unos 45.950 no cuentan con agua corriente.
Además del sistema Cutzamala, por décadas se han explotado los mantos acuíferos de la capital -construida sobre la ciénaga de la antigua Tenochtitlán azteca-, lo que ha provocado que algunas zonas se hundan entre 2 y 30 centímetros cada año.
Se estima también que cerca del 40% del agua se pierde en fugas.