Autoridades mexicanas abrieron este sábado su frontera para dejar pasar a mujeres y niños que integran una caravana de migrantes procedentes de Honduras con destino a Estados Unidos, buscando aliviar la dura espera a las miles de personas hacinadas sobre el puente que une México con Guatemala.
Lo anterior ocurre luego que el país se negara a abrir sus “puertas”, cuadrándose con las intenciones de Estados Unidos y su presidente Donald Trump: no permitir que el éxodo hondureño llegue a territorio norteamericano.
El embajador de México en Guatemala, Luis Manuel López, dijo a la AFP que estas personas serán registradas por Migraciones y pernoctarán en una estación migratoria para ser conducidas luego a un albergue en la ciudad de Tapachula, a unos 40 kilómetros de Ciudad Hidalgo.
“¡Feliz, feliz, estoy feliz! ¡Al fin!”, alcanzó a gritar Gina Paola Montes, de 21 años, mientras corría por el paso peatonal del puente fronterizo ya en territorio mexicano, el cual es custodiado por policías antimotines.
El cúmulo de migrantes en el puente, que autoridades mexicanas estimaron entre 2.500 y 5.000 personas, se iba reduciendo, según constató la AFP, debido a la decisión de muchos de intentar cruzar el río Suchiate usando precarias balsas hechas con neumáticos, método habitual de quienes cruzan la frontera ilegalmente.
Los hondureños que cruzan en balsa hacia territorio mexicano se cuentan ya por decenas.
“No nos abrieron el portón, ya estamos desesperados”, declaró José Morán, de 19 años.
Los balseros cobran unos 60 centavos de dólar por persona para cruzar el río y los grupos que abordan incluyen adultos y niños.
En medio de la desesperación de muchos migrantes, el ministerio de Gobernación de México informó haber recibido 640 solicitudes de refugio en el paso fronterizo y que ha dado atención prioritaria a 164 mujeres, algunas de ellas con embarazo avanzado, y a 104 menores de edad.
Pese a que muchos migrantes se retiraron del puente, aún se veía gente hacinada cerca del portón fronterizo, lo que provocó sofocación y desmayos en algunos niños, constató la AFP.