La portuguesa Sandra Da costa Macedo, de 45 años, vivía desde hace algunos años en Panamá y compartía departamento con su novio, un ciudadano de origen español, con quien se encontraba al momento de la tragedia.
La docente portuguesa, había sido captada minutos antes por habitantes de otro edificio de El Cangrejo, una zona de la capital panameña, que destaca por la altura de los edificios que ahí han sido construidos. La noticia fue difundida también por sitios como ABC de España.
Los comentarios del video, llaman la atención. Un hombre, que grababa a Sandra, intentando sacar una selfie, se escucha en el registro, referirse a ella como “la loca”, probablemente por la pericia que realizaba en busca de la fotografía en las alturas.
De pronto, ocurre la tragedia. La grabación capta el momento exacto en que la profesora cae hacia el vacío, con los gritos de fondo de los testigos, consternados por la escena que acabó de la peor forma para la ciudadana portuguesa.
Los medios de comunicación panameños, han hecho una cobertura detallada de lo ocurrido, de las consecuencias de tomarse selfies en lugares extremos y hasta de la llegada de los familiares de Da costa, reclamando el cuerpo de su ser querido en ese territorio centroamericano.
Cabe mencionar, que han salido detalles a la luz, de la nueva tragedia que enluta a la familia de esta mujer. Un periodista de la televisora TVN en Panamá, relata que unos años atrás, el hermano de Sandra Da costa, murió en un accidente de tránsito y su padre no pudo viajar a reclamar los restos de su hija, ya que en los últimos meses sufrió un accidente cerebrovascular que lo mantiene postrado en una cama.
Los mismos medios locales, han informado también, que las autoridades panameñas están investigando a fondo la caída y muerte de la mujer desde el edificio, pero el video tomado por el edificio continuo al de Sandra, ha sido fundamental, al mostrarla minutos antes, intentando tomarse la selfie, que la llevó a la muerte.
Las alarmantes muertes por selfie en los últimos años
La Biblioteca Nacional de Medicina en Estados Unidos, reveló un informe semanas atrás, sobre el alarmante número de personas que han perdido la vida, intentando sacar una selfie en lugares extremos de varias partes del mundo.
La información fue revelada y publicada el pasado 8 de octubre por periódicos españoles como El Mundo, consignando que entre 2001 y 2017, 259 personas han muerto producto de la imprudencia al querer obtener la mejor foto de sí mismos, en sitios donde el peligro forma parte de una lógica que indica que no debe exponerse la vida, a cambio de una fotografía.
Montañas, rascacielos, cañones y lagos, forman parte de esos lugares atractivos para los amantes de las selfies. En 2013, un ciudadano español falleció al precipitarse desde el Púlpito, uno de los miradores más fantásticos de Noruega, intentando fotografiarse desde las alturas.
Las vías del tren, el Gran Cañón de Colorado en EEUU, volcanes en erupción, desde el auto, mientras se conduce y otros sitios peligrosos, generan las preocupantes estadísticas de los últimos años.
India, Rusia, Estados Unidos y Pakistán son los países con más muertes por selfies. En septiembre pasado, por ejemplo, un joven se precipitó a más de 250 metros en el parque nacional Yosemite en busca de la fotografía que tanto se pretende exhibir en redes sociales.
Los hombres son los más afectados, según la medición de muertes por selfies. Conforman el 72% de las víctimas, según el reporte estadounidense antes mencionado.