Cansados de la crisis económica, de los escándalos de corrupción y de sentirse inseguros, millones de brasileños están decididos a votar este domingo por el ultraderechista Jair Bolsonaro, que domina fuertemente entre los hombres diplomados, de mayores ingresos y también entre los evangélicos.
En las camadas sociales que lo apoyan, los argumentos se repiten: él impondrá orden para proteger a “los ciudadanos de bien” de la delincuencia, defenderá los valores de la familia tradicional y es un político “honesto”, que no está involucrado con escándalos de corrupción.
1. Voto masculino, con diploma y de ingresos altos
“Bolsonaro se desempeña mejor entre los electores de altos ingresos y alta escolaridad que entre los pobres. Y mejor entre los hombres que entre las mujeres”, apunta el politólogo Jairo Nicolau, basándose en las tendencias que mostraban las encuestas en vísperas de la elección:
– El 45% de las personas con formación universitaria le declararon su apoyo, según la última encuesta de Datafolha.
– Entre las familias con una renta inferior a 2 salarios mínimos su apoyo es de 25% y sube a 51% entre los que ganan más de cinco salarios mínimos y a 55% entre los que ganan más de diez. Un salario mínimo es de 954 reales (246 dólares al cambio actual).
Nicolau considera a Bolsonaro un “verdadero fenómeno electoral”, porque a pesar de no conquistar las simpatías del empobrecido noreste (bastión de la izquierda), mostró un apoyo “bien distribuido” en todo el territorio nacional.
2. ¿Resistencia de las mujeres?
Un 49% de las mujeres brasileñas afirma que jamás lo votaría, reflejo probablemente de su colección de comentarios machistas, homofóbicos y hasta misóginos que profirió a lo largo de su carrera como diputado.
Apuntado en el inicio de la campaña como un nicho de resistencia contra Bolsonaro, el electorado femenino fue sin embargo mostrándose más permeable al excapitán y su intención de voto en este segmento se duplicó a lo largo de la campaña: pasó de 14% el 22 de agosto al 30% este sábado.
Ese promedio sigue estando de todos modos por debajo de la intención de voto total por Bolsonaro (36%, que llega a 40% de votos válidos, que excluyen los votos en blanco y nulos).
A través de las redes sociales, donde centró su campaña después de ser apuñalado a inicios de septiembre, Bolsonaro se coloca como el único candidato verdaderamente comprometido con la seguridad de las mujeres.
“Independientemente de las polémicas, sabemos que es un candidato con su ficha [judicial] limpia y eso va a hacer una diferencia”, dijo recientemente a la AFP María Aparecida, una profesora de 36 años, que además de la “honestidad” de Bolsonaro aprecia sus propuestas para la seguridad como el principal motivo para votarlo.
3. Voto evangélico
Otro de los segmentos donde Bolsonaro creció notablemente fue entre los electores evangélicos, que en el país con más católicos del mundo ya representan casi un tercio de la población.
Un 26% de los fieles de las iglesias pentecostales y neopentecostales le confiaba su voto el 22 de agosto. Pero tras una intensa campaña de los principales líderes de las iglesias, la adhesión llegó al 42%.
“Bolsonaro es quien mejor defiende nuestras banderas” contra el aborto y la llamada ‘ideología de género’, la defensa de la familia tradicional y de las “buenas costumbres”, dijo a la AFP Josimar da Silva, presidente del Consejo de Pastores Evangélicos del Distrito Federal.