El izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ganó el 1 de julio las elecciones presidenciales de México, aseguró este viernes que no asistirá a la cumbre de la Alianza del Pacífico como estaba previsto porque las autoridades electorales no lo han declarado formalmente presidente electo.
Los presidentes de esta alianza de libre comercio -Chile, Colombia, México y Perú- se reunirán el lunes y martes en el balneario mexicano de Puerto Vallarta, en el occidental estado de Jalisco.
López Obrador anunció su asistencia al evento durante una conferencia en Palacio Nacional el 3 de julio, dos días después de ganar los comicios con el 53% de los votos, explicando que el presidente saliente, Enrique Peña Nieto, lo había invitado a lo que se esperaba fuera su debut en la arena internacional.
Sin embargo, este viernes improvisó una conferencia de prensa en las afueras de su oficina, la llamada “casa de transición”, para indicar que no podrá asistir al encuentro ya que el tribunal electoral aún no le ha entregado la constancia formal que lo acredita como presidente electo.
“La reunión de Vallarta es una reunión de carácter oficial y yo no puedo ir si no soy presidente electo”, dijo López Obrador.
También reiteró que recibirá en su oficina próximamente a la ministra canadiense de Exteriores, Chrystia Freeland.
“Viene la canciller de Canadá el miércoles. Aquí sí la recibo, porque es distinto de acuerdo al protocolo”, dijo el presidente electo.
Freeland tiene previsto viajar a México para analizar la marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que ambos países renegocian con Estados Unidos.
Freeland estará acompañada por el ministro de Finanzas Bill Morneau y el nuevo ministro de Diversificación del comercio internacional, Jim Carr. Además de reunirse con López Obrador, se entrevistará con Peña Nieto y los secretarios de Economía y Exteriores.
El izquierdista, de 64 años, se reunió la semana pasada con una delegación de altos funcionarios de Estados Unidos encabezada por el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Se trató de un encuentro que el futuro canciller mexicano, Marcelo Ebrard, calificó de “respetuoso y cordial”, en momentos en que la relación entre México y Estados Unidos se ha tensado críticamente durante el gobierno de Donald Trump.