El jefe de Estado Michel Temer anunció este domingo nuevas concesiones a los camioneros en huelga, después del fallido intento de recurrir a las Fuerzas Armadas para poner fin a un conflicto que paraliza a Brasil a cuatro meses de las elecciones presidenciales.
Las medidas incluyen la reducción de 46 centavos de real por litro de diésel durante 60 días, y luego una revisión mensual de precios, y ya no diaria, como lo hacía la estatal Petrobras hasta la semana pasada, cuando estalló la crisis.
“Seguimos dialogando con los líderes (de los camioneros). Y hemos avanzado en la implantación de muchas medidas con la perspectiva de que se ponga fin a la paralización”, dijo el mandatario conservador en un pronunciamiento por televisión.
El promedio del precio del diésel según la Agencia Nacional de Petróleo pasó de 3,356 reales en enero a 3,595 reales el 19 de mayo, antes de la huelga, alcanzando un pico de 3,788 reales (0,98 dólares, al cambio actual) el 26 de mayo, en el sexto día de paro.
El mandatario anunció igualmente la suspensión del cobro de peajes sobre los ejes de los camiones vacíos en las carreteras federales, estatales y municipales y una tabla mínima de precios de fletes.
Medios brasileños dieron parte de cacerolazos en Sao Paulo, durante la alocución del impopular presidente.
Las concesiones hechas la semana pasada (eliminación de un gravamen al diésel y congelamiento de los precios del combustible salido de las refinerías de Petrobras), fueron consideradas insuficientes por la mayoría de los camioneros autónomos.
Derrumbaron además el jueves en un 14% las acciones de Petrobras, sancionada por los inversores por apartarse de su política de transparencia de precios en el marco de la estrategia para recomponer su imagen y sus finanzas, después de haberse visto involucrada en el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil.
El gobierno movilizó el jueves a fuerzas federales, incluyendo las Fuerzas Armadas, para asegurar el aprovisionamiento de gasolineras y aeropuertos, amenazando a los camioneros con acciones legales.
Evaluarán medidas
Representantes de camioneros dijeron tras el breve discurso de Temer que evaluarían las nuevas medidas.
Asimismo, la mayoría legislativa que sostiene a Temer se dividió durante el conflicto entre quienes insistían en la defensa de los equilibrios fiscales, que son la razón de ser de su gobierno, y quienes se mostraron proclives a ceder a las reivindicaciones.
Queda por ver cómo los anuncios serán recibidos este lunes por los mercados bursátiles y cambiarios.
Esas polémicas se producen en un contexto de precampaña de las elecciones del 7 de octubre, en las cuales los brasileños elegirán al reemplazante de Temer, un presidente con una aprobación que ronda el 5%, y renovarán el Congreso.
Situado en segundo lugar en las intenciones de voto, el candidato de la extrema derecha Jair Bolsonaro se declaró la semana pasada “100% en favor de los camioneros”, pero contra el bloqueo de rutas.
Parlamentarios del Partido de los Trabajadores (PT) del expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, actualmente encarcelado por corrupción pero a la cabeza de los sondeos, también expresaron su apoyo a los transportistas.
Caos económico y social
Escasez de productos en supermercados y funcionamiento irregular del transporte son las consecuencias más evidentes de este movimiento, en un país que en 2017 salió a duras penas de dos años de recesión.
La Asociación Brasileña de Proteína Animal, informó que unos 64 millones de pollitos y aves murieron por falta de alimento y otros mil millones estarían en peligro, al igual que 20 millones de porcinos, por lo que normalizar el abastecimiento podría demandar hasta dos meses, según estimaciones de expertos.
La Asociación Nacional de Hospitales Privados dio parte de escasez de alimentos para pacientes, falta de ropa limpia, ambulancias paradas, ausencia de médicos e irregular recolección de basura en los establecimientos.
A partir del lunes “muchos hospitales no podrán garantizar la continuidad del cuidado de los pacientes que necesiten tratamiento si no se adopta alguna medida inmediata”, advirtió la asociación.
Once aeropuertos registraban falta de combustible la noche del domingo, y algunas universidades públicas cancelaron sus clases del lunes.
En al menos once de los 27 estados del país este domingo algunas estaciones de servicio comenzaban a ser abastecidas, pero inmediatamente comenzaban a formarse filas kilométricas de vehículos para aprovisionarse.