El presidente reelecto de Honduras, Juan Orlando Hernández, llamó este martes a la oposición a un diálogo para superar la crisis política, pero sus adversarios insisten en sus denuncias de fraude y exigen nueva elección.
“Como presidente electo, extiendo mi mano y abro mi mente para escuchar con atención a los demás y acordar, en un gran diálogo, un acuerdo nacional que consolide la paz y la seguridad” y construir “una nueva Honduras”, dijo Hernández, de 49 años, en una cadena de radio y televisión.
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En respuesta, el coordinador de la izquierdista Alianza de Oposición contra la Dictadura, el expresidente Manuel Zelaya, rechazó el llamado al diálogo y expresó que solo conversaría con él si es “para que se reconozca el triunfo de (Salvador) Nasralla“, el candidato que enfrentó a Hernández en nombre de la Alianza Izquierdista.
En horas de la noche, manifestantes realizaron bloqueos de carreteras en varios puntos del país, incluyendo en la capital.
En El Hato, un barrio popular en el este de Tegucigalpa, manifestantes quemaron neumáticos para impedir el paso de vehículos mientras gritaban consignas contra la reelección de Hernández.
“(Estamos) continuando con nuestra indignación, con esta toma hasta el momento pacífica. Nuestras marchas siempre son de este carácter, hasta cuando aparecen los aparatos represores del Estado que están al servicio del presidente, que se está robando las elecciones”, dijo a la AFP un manifestante con su rostro cubierto, frente a una barricada en llamas.
En varias ciudades del norte del país, los seguidores de la oposición también realizaban bloqueos de carreteras.
Nueva votación
Nasralla, un popular presentador de televisión de 64 años, declaró en Washington, donde se encuentra de visita, que solo aceptaría dialogar con el Gobierno para fijar la fecha de una nueva votación.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, también planteó celebrar una nueva votación ante el cúmulo de irregularidades registrados en los comicios llevados a cabo el 26 de noviembre.
Hernández, candidato del Partido Nacional (PN, derecha), fue declarado la noche del domingo ganador de las elecciones por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), pero la alianza opositora alegó “fraude” y llamó a sus seguidores a salir a las calles a protestar.
El Tribunal atribuyó a Hernández 42,95% de los votos contra 41,42% de Nasralla.
El conteo de votos despertó dudas entre opositores y observadores internacionales luego de que Nasralla apareciera con ventaja en el primer corte, con 57% de las urnas escrutadas y Hernández tomara ventaja después de una serie de interrupciones en el sistema informático de cómputos del TSE.
“Sí, yo quiero participar en el diálogo para que él (Hernández) entienda que con cuatro años con él gobernando y todo el pueblo en contra hay ingobernabilidad”, dijo Nasralla a la AFP en Washington.
En rueda de prensa en la capital estadounidense, Nasralla propuso que “la salida en Honduras pasa por un inmediato proceso de negociación con el acompañamiento de la comunidad internacional para definir tres puntos claves: cuándo, cómo y bajo qué condiciones llevaremos a cabo, lo más inmediato posible, nuevas elecciones presidenciales“.
Gobierno anémico
El analista Raúl Pineda, un miembro del oficialista PN retirado de la actividad política, dijo que si Hernández persiste en mantener el poder tendrá un “gobierno anémico”, acosado por sospechas de fraude y el rechazo de la oposición.
“Veo ese llamado (al diálogo) como inevitable, protocolariamente hablando, pero no veo que sea muy fervoroso. Honduras necesita un convocante con legitimidad que pueda sentar a las partes en conflicto para buscar salida a una crisis política que tiende a agravarse”, advirtió Pineda a UneTV.
Entre la noche de domingo y el lunes, opositores bloquearon calles en todas las zonas del país con fogatas alimentadas con llantas, palos y rocas, mientras policías y militares usaron gases lacrimógenos para desalojarlos.
Amnistía Internacional reveló en un informe que 14 personas habían muerto en la ola de protestas realizadas desde las elecciones, pero según la oposición han aumentado a cerca de 24. No hay cifras oficiales de víctimas por la violencia post electoral.
Hernández buscó la reelección amparado en un fallo de un tribunal que se lo permitió, a pesar de que la Constitución lo prohíbe en artículos “pétreos”, solo reformables después de una consulta popular o una asamblea constituyente.