A un mes de la última comunicación del ARA San Juan, el 15 de noviembre, el padre del jefe de operaciones del submarino argentino, Jorge Villarreal, mantiene la esperanza intacta.
Junto a su mujer, María Rosa, permanecen con la firme convicción que su hijo, Fernando, aparecerá pronto. Por eso grabaron un mensaje desde la orilla del mar en dirección al lugar por el que debía llegar hace semanas.
“Vinimos a buscar a nuestro hijo, a recibirlo, como tantos otros lo estamos esperando y tratando de divisarlo en el horizonte. Aunque tarde nosotros vamos a estar acá. Seguramente Fernando no ve la hora de llegar para ver a su hija, a su esposa y a nosotros también. Nos causa mucha emoción, pero la fe y la esperanza la mantenemos, seguramente ellos estén haciendo lo imposible para que sea cual sea la emergencia que tengan, se pueda solucionar”, dice Jorge, como si fuera el primer día.
Eso sí, se quejaron de la escasa atención de la Armada desde que informaron el término del proceso de búsqueda y rescate. “Estamos como el primer día o peor, cada vez tenemos menos noticias en cuanto al submarino”, acusó María Rosa a Infobae. “Cada vez dedican menos tiempo a las conferencias” del vocero Enrique Balbi, agregó.
“En la base no te recibe nadie, nunca la Armada hizo esto, mi esposo estuvo 40 años en la fuerza, ahora está retirado, pero cuando pasaba algo así organizaban todo para avisar primero a las familias”, dijo. De hecho, por esa razón convocaron este viernes a esperar una respuesta frente al mar.
Fernando Villarreal ingresó en 1999 a la Escuela Naval Río Santiago. Se recibió en 2004 como escolta de la bandera y, hasta la última vez que zarpó con el ARA San Juan, vivía en Mar del Plata con su mujer Lucía y su hija Martina (3). “Para nosotros siempre está la esperanza de que los encuentren, de volverlos a ver, pasa que pasan los días y uno tiene que ser realista, pero sin indicios, sin nada concreto, es difícil”, admitió María Rosa.
“Estamos a la deriva, como el submarino”, dijo para cerrar.