El veterano político venezolano Pompeyo Márquez, exguerrillero y antichavista, falleció este miércoles a los 95 años tras una intensa vida pública en la que cumplió un papel protagónico en la relación con Colombia, informó un allegado.
Márquez, quien padecía diabetes, murió en la madrugada en su casa de Caracas, según allegados.
“Fue una figura muy respetada. Todos los líderes pasaban por su casa para saber qué pensaba. Era una brújula, un bastón con el que nos ayudábamos”, comentó a la Agence France-Presse Leandro Area, su amigo y con quien escribió un libro sobre la integración con Colombia.
Nacido el 28 de abril de 1922, el exministro y exsenador abrazó los ideales comunistas desde muy joven, y en 1958 participó en el derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez.
Luego, en la década de 1960, asumió la lucha guerrillera contra los gobiernos de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni, a la que renunciaría casi una década después.
Su rechazo a apoyar la candidatura de Hugo Chávez a la presidencia, a finales de los años 1990, lo llevó a romper con el Movimiento al Socialismo (MAS), que había fundado tras dejar las armas.
“Se convirtió en un opositor fundamental de Chávez y, tras la muerte de éste (en 2013), de Nicolás Maduro”, dijo Area, embajador de carrera, evocando la frase con que Márquez justificaba el abandono de las ideas marxistas: “Son errores históricos que cometen los hombres”.
Como funcionario ejerció un papel clave en la relación con Colombia, siendo delegado del presidente Carlos Andrés Pérez en una comisión para delimitar las aguas marinas y submarinas entre los dos países, que mantienen una controversia en el Caribe.
“Fue antes que nada un integracionista. Tuvo una posición prudente en defensa de los derechos históricos que Venezuela ejerce sobre el Golfo, pero entendía que la vida de la gente transcurría en la vecindad terrestre y que había que impulsar el desarrollo binacional”, afirmó Area, exsecretario de la comisión de límites.
Márquez también apoyó los diálogos de paz con las guerrillas colombianas que se desarrollaron en Caracas en 1992, y hasta la semana pasada publicó una columna de opinión -que dictaba a sus allegados- en el diario Tal Cual, dirigido por su antiguo compañero de armas Teodoro Petkoff.