El expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva aseguró que este jueves es un “día de vergüenza nacional”, cuando empezó el juicio de destitución contra su sucesora Dilma Rousseff.
“Comienza el día de la vergüenza nacional, el día que senadores comienzan a rasgar la Constitución del país y el día que comienza el castigo de una mujer inocente”, indicó Lula en en un acto en Niteroi, ciudad vecina de Rio de Janeiro.
“Dilma cometió el crimen de ser honesta. Obviamente pudo haber cometido errores, pero ¿quién no comete errores? Hasta [el presidente estadounidense Barack] Obama, todos ellos”, añadió.
El Senado brasileño inició el juicio político contra Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, por manipular las cuentas públicas en 2014, año de su reelección, e inicios de 2015.
“No están acabando con Dilma, están acabando con el voto que le dieron en octubre de 2014 (…). Siento vergüenza al ver que el Senado, que debería estar debatiendo los intereses del pueblo brasileño y los trabajadores, está discutiendo la condena de una persona inocente“, zanjó.
El proceso debería durar una semana y salvo alguna sorpresa, Rousseff será destituida. Su vicepresidente por cinco años, Michel Temer, hoy en la presidencia de manera interina, asumirá el poder definitivamente hasta 2018.
“No tengo nada personal contra el presidente Temer, sólo quería que supiese que sería digno que, él como abogado, constitucionalista, dijera que no acepta llegar a la presidencia por la vía de un golpe y que disputara la elección en 2018 para saber si va a ser electo por el voto directo del pueblo brasileño”, indicó Lula.
Temer, con 13% de aprobación, tiene de 1 a 2% de intención de voto. Lula, que gobernó entre 2003 y 2010 y salió con 80% de popularidad, ha asomado la posibilidad de ser candidato en las próximas elecciones.