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El pasado 2 de abril, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un centenar de nuevos aranceles a distintos países, entre los que figura Lesoto con un 50%.

Este es un pequeño país de 2,3 millones de habitantes, rodeado completamente por Sudáfrica, sin salida al mar y con una economía que depende en gran medida de sus exportaciones a Estados Unidos.

La ocasión más reciente en que Trump mencionó al país ubicado al sur de África fue en marzo, cuando el mandatario se refirió a los recortes al programa USAID, mediante el cual se ayudaba a un gran número de países, incluidos algunos de ese continente, como Lesoto.

En una conferencia frente al congreso estadounidense, Trump señaló que este programa entregaba 8 millones de dólares para “promover la comunidad LGBTQI+ en la nación africana de Lesoto, del que nadie jamás oyó hablar”, consigna The Guardian.

En esta oportunidad, si bien el presidente estadounidense no habló de forma directa sobre país, sí fue incluido en la larga lista de países a los que se aplicó aranceles recíprocos. Las razones, según la gráfica compartida por la Casa Blanca, muestra que Lesoto aplica aranceles del 99% a Estados Unidos.

Según indica The New York Times, en 2024 Lesoto importó menos de 3 millones de dólares provenientes de Estados Unidos, mientras que sus exportaciones sumaron 240 millones.

¿Su principal mercado? La tela de jeans que utilizan reconocidas marcas como Levi’s y Wrangler, además de diamantes; en total, ambos productos serían más de una décima parte de su producto interno bruto, indica el medio.

La industria textil emplea a unas 12 mil personas, y el 70% de la producción se exporta a Estados Unidos, según afirma el ministro de Comercio de Lesoto, Mokhethi Shelile, por lo que creen que los aranceles anunciados por Trump golpeen fuertemente su economía. “Somos una economía pequeña. Simplemente, debemos hablar con el gobierno estadounidense porque el arancel no se basa en hechos“, dijo Shelile en declaraciones recogidas por The New York Times.

Cabe destacar que esta industria se impulsó en Lesoto en el 2000, tras la entrada en vigencia de la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África, que brindó un acceso libre de aranceles a los mercados estadounidenses a países de la región subsahariana, la cual tenía el foco puesto en impulsar la manufactura. Esta medida expira en septiembre y se desconoce si será renegociada o no.