El actual presidente de Túnez, Kais Saied, se proclamó vencedor con más del 89% de los votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, según un sondeo de un instituto privado difundido por la televisión nacional.
“Tenemos que esperar los resultados de la autoridad superior independiente para las elecciones, pero los resultados que se han anunciado hace un rato, que son sondeos a pie de urna, se acercan, como en todos los países, a la realidad”, anunció Saied tras el anuncio realizado en la televisión nacional.
Inmediatamente después de la difusión de las cifras, varios centenares de partidarios del Presidente descendieron por la avenida Bourguiba para celebrar lo que ya consideraban una victoria de su candidato.
Apenas un 27,7% de participación
En Túnez, Saied -ex asistente de abogado- sigue siendo visto por una parte importante de la población como un hombre íntegro y un dique contra el regreso de la vieja élite que dominó la vida política tunecina tras la revolución, en particular el partido islamista Ennahdha.
Júbilo por un lado y estupor por otro. Zuhair Maghzaui, uno de los otros dos candidatos, convocó una reunión de urgencia en la que anunció que no daba crédito a estas cifras y pidió al ejército que protegiera el proceso electoral.
“Desgraciadamente, el sondeo que se ha hecho público no es fiable», afirma Maghzaui, ex diputado y líder de un partido nacionalista árabe. “Es una maniobra para preparar a la opinión pública para los resultados que probablemente se revelarán mañana. Quiero pedir a nuestras fuerzas de seguridad y a nuestro ejército que protejan el proceso electoral de todos los peligros que se avecinan”, dijo.
La autoridad electoral ISIE anunció que la tasa de participación se situó en un 27,7% en esta primera vuelta, contra un 45% durante la primera ronda de 2019.
Se trata de la participación más baja en la primera vuelta de unas elecciones presidenciales desde el derrocamiento de Ben Ali en 2011.
Saied, elegido en 2019 con cerca del 73% de los votos, seguía siendo popular cuando tomó plenos poderes en el verano de 2021, prometiendo implantar el orden tras años de inestabilidad política.
Tres años después, las ONG tunecinas y extranjeras, así como la oposición, denunciaron una “deriva autoritaria” del poder, con el desmantelamiento de los contrapoderes instaurados en 2011 y la represión de la sociedad civil.
Además, Saied es “criticado por su incapacidad para sacar al país de una profunda crisis económica”, marcada por un poder adquisitivo en caída libre, apuntó Pierre Vermeren, experto francés en el Magreb.