Por el momento se desconoce la identidad de los autores de esta matanza en una región marcada por las tensiones religiosas y étnicas. Los ataques tuvieron lugar durante las fiestas de Navidad.
El balance anterior era de 163 víctimas mortales y desde el miércoles se eleva hasta 198.
Las poblaciones de las regiones del noroeste y el centro de Nigeria viven aterrorizadas por los ataques de grupos yihadistas y bandas criminales que saquean las aldeas y matan o secuestran a sus habitantes.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó “su profunda preocupación por los sucesivos ataques con armas de fuego en varias comunidades rurales en el estado de Plateau”.
El presidente del consejo del gobierno local del pueblo de Bokkos, Monday Kassah, indicó que en su pueblo contaron hasta “148 habitantes masacrados a sangre fría”, a los que se suman “al menos 50 personas muertas” en otros cuatro pueblos.
Kassah indicó a la agencia AFP que “al menos 20 pueblos” fueron atacados “de manera coordinada”.
“Muchas personas fueron (…) abatidas como animales, a sangre fría. A algunos de ellas las mataron en el interior de sus casas y a otras en el exterior”, sostuvo Timothy Nuwan, vicepresidente de una iglesia local.
“Hoy hemos enterrado a unas 150 (personas) en toda la zona”, puntualizó.