El grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) afirmó este sábado que controla el Palacio Presidencial de Sudán, donde reside el presidente del Consejo Soberano y líder militar, Abdelfatah al Burhan, aunque se desconoce su suerte.
Las unidades, lideradas por el vicepresidente del Consejo Soberano y número dos del Ejército, Mohamed Hamdan Dagalo, alias “Hemedti”, señalaron que esto se produce en respuesta al “ataque lanzado esta mañana por las Fuerzas Armadas” en los campamentos de Soba, en el sur de Jartum.
El Ejército sudanés, en tanto, lo negó y aseguró que ya hay desertores en las filas de las unidades rivales.
“Las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) difunden noticias falsas desde fuera de Sudán y reclaman el control de la Comandancia General y el Palacio de la República”, dijeron las Fuerzas Armadas sudanesas en un comunicado.
Asimismo, señalaron que “mientras algunos de sus soldados y oficiales que ahora no están militarmente calificados en medio de la ausencia total de su mando supremo y superiores, huyen y dejan sus armas en las calles, otros entran en los barrios residenciales para refugiarse entre los ciudadanos”.
Las Fuerzas Armadas señalan en su comunicado que se están enfrentando a “la brutal agresión” de las FAR y que protegerán al país de “su traición”.
“Hemedti” mostró ayer su disposición de buscar una solución a la tensión generada sin que haya un “derramamiento de sangre”, según informaron oficiales sudaneses que actúan como mediadores entre los militares.
Sin embargo, ambas facciones se acusan mutuamente de haber empezado este sábado los enfrentamientos.
En medio de la confusión, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ve todavía posible una transición que deje atrás los golpes de Estado.
“Hay algunos actores luchando contra ese progreso, pero esta es una oportunidad real para luchar por una transición hacia un gobierno civil.
Estamos muy centrados en eso”, dijo en una rueda de prensa en Hanói, durante su visita a Vietnam, al ser preguntado por la situación en Sudán.