El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, declaró hoy el “Estado de Desastre Nacional” para resolver la grave crisis energética del país, que sufre desde hace meses cortes de luz constantes que están deteriorando su economía.
“El Centro Nacional de Gestión de Desastres ha clasificado la crisis energética y su impacto como un desastre. Por lo tanto, hemos declarado el estado de desastre nacional”, afirmó Ramaphosa.
Lo anterior, en su discurso sobre el estado de la nación ante una sesión conjunta del Parlamento en Ciudad del Cabo (suroeste).
“Las circunstancias extraordinarias exigen medidas extraordinarias. La crisis energética es una amenaza existencial para nuestra economía y tejido social”, subrayó el presidente.
El estado de desastre permitirá aplicar “medidas prácticas que debemos tomar para apoyar a las empresas en la producción de alimentos”.
Lo anterior, “incluido el despliegue de generadores, paneles solares y suministro de energía ininterrumpido”, explicó el mandatario.
Otras medidas en Sudáfrica
Entre otras medidas, el presidente sudafricano anunció la creación de un Ministerio de Electricidad que “supervisará los aspectos de la respuesta a la crisis energética”.
Asimismo, urgió al Auditor General del país a “supervisar” todos los gastos que el Gobierno realice para resolver esta crisis y detectar cualquier “abuso de los fondos”.
“Nuestra prioridad más inmediata es restablecer la seguridad energética”, enfatizó Ramaphosa.
Esto, al asegurar que el Gobierno “actuará” para disminuir el impacto de esta crisis “en los agricultores, las pequeñas empresas, nuestras infraestructuras de agua y nuestra red de transporte”.
Además de dirigir reformas en la endeudada compañía estatal eléctrica Eskom, el Ejecutivo también garantizará el suministro de energía en “infraestructuras críticas”.
El descontento en Sudáfrica por los constantes cortes de electricidad que realiza Eskom ya llevó a uno de los principales sindicatos de trabajadores del país a presentar el pasado enero una demanda contra esa empresa y el Gobierno sudafricano.
“No debemos escatimar esfuerzos ni permitir demoras en la implementación de estas medidas”, concluyó el mandatario.
Estado de Desastre
El presidente habló hoy desde el Ayuntamiento de Ciudad del Cabo, capital del poder legislativo sudafricano, y no desde la sede de la Asamblea Nacional (Cámara baja), destruida por un incendio a principios del 2022.
Su discurso empezó con 45 minutos de retraso, después de que los diputados del partido opositor Luchadores por la Libertad Económica (EFF) intentasen boicotear el acto solemne.
Lo anterior, con una protestas en la que exhibieron carteles que exigían la dimisión de Ramaphosa.
Según los miembros de ese partido, el jefe del Estado carecerá de “legitimidad” para hablar hasta que los tribunales sudafricanos determinen si es culpable o no de unos presuntos delitos de corrupción.
La oposición ya presionó para forzar una dimisión que pareció inminente el pasado 1 de diciembre.