La noche del jueves, Túnez publicó en el Boletín Oficial su borrador de nueva Constitución.
El texto de 139 artículos podría reemplazar la carta de 2014 y será sometido a votación en un referendo este 25 de julio.
La redacción fue completada en menos de un mes y a puerta cerrada, en un proceso por decreto marcado por el presidente, Kais Said.
Este plantea un cambio en el sistema político que otorga mayores poderes al Ejecutivo e introduce un nuevo órgano legislativo.
El presidente podrá disolver el Parlamento y nombrar y destituir a los miembros del gabinete.
Por su parte, la Cámara estará formada por una asamblea del pueblo y otra de regiones y distritos.
A diferencia de la Constitución de 2014, que supuso dos años de negociaciones en una asamblea constituyente y un diálogo nacional, la preparación del actual texto comenzó con un decreto el 19 de mayo en el que el presidente designó tres comités que debían presentar la propuesta el 20 de junio.
El decreto presidencial nominó a cuatro organizaciones sociales para el diálogo nacional, entre ellas la poderosa organización sindical UGTT, que declinó participar por considerar las conversaciones “excluyentes”.
Said se arrogó plenos poderes el 25 de julio de 2021 para salvar la “transición”, según dijo, suspendió la Constitución y disolvió el Parlamento, y ha gobernado desde entonces por decreto ante acusaciones de autoritarismo.
Durante el actual proceso, Said también ha cambiado la composición de la Instancia Superior Independiente de las Elecciones (ISIE), encargada de vigilar los comicios, y el Consejo Superior de la Magistratura (CSM), que sustituyó por un órgano temporal.