El brote de violencia que estalló el pasado viernes entre tribus árabes y la africana de los masalit en la localidad sudanesa de Kreinik, en el estado occidental de Darfur Oeste, ha dejado ya 161 muertos, incluidos 17 niños, tras extenderse a la capital estatal, Geneina, informaron este lunes autoridades locales y fuentes médicas.

“El número de víctimas por los incidentes tribales en Kreinik que contaron las autoridades de seguridad y salud aumentó a 161 muertos y 96 heridos”, aseguró el vicegobernador de la provincia de Kreinik, Naser al Zein, en un comunicado.

Al Zein indicó que entre los muertos hay 17 niños y más de 27 mujeres y que los choques tribales se aplacaron este lunes tras la llegada a la zona de fuerzas militares y policiales, ante las que hicieron retirarse a los atacantes.

Estos pertenecían a tribus árabes, que atacaron a los miembros de la tribu masalit después que el pasado viernes, hombres armados de esta etnia africana asesinaron a dos pastores árabes.

Sin embargo, la violencia continuó este lunes con enfrentamientos entre las Fuerzas de Apoyo Rápido, uno de los cuerpos militares enviados a la zona formado sobre todo por árabes, y el antiguo grupo rebelde local mayoritariamente africano, lo que, según el sindicato Comité de Médicos del Sudán, dejó otros 10 fallecidos.

El grupo armado rebelde, la Alianza Sudanesa, firmó en 2020 un acuerdo de paz con el Gobierno por el que su líder, Jamis Abdalla, fue nombrado posteriormente gobernador de Darfur Oeste.

Los choques entre este y las Fuerzas de Apoyo Rápido obligaron al aeropuerto de Geneina a suspender sus operaciones.

Hospitales atacados

Entre los fallecidos por este nuevo brote de violencia hay al menos tres trabajadores sanitarios que perdieron la vida durante ataques contra varios hospitales en Kreinik y Geneina durante el fin de semana, indicó en un comunicado Médicos Sin Fronteras (MSF).

Según la organización humanitaria, uno de los hospitales con los que colabora en la localidad de Kreinik fue atacado durante el fin de semana con el resultado de tres personas muertas, dos de ellas miembros del personal médico, y la farmacia del centro saqueada.

Y el domingo el Hospital Universitario de Geneina sufrió “una intrusión violenta, con disparos en su interior, incluida la zona de urgencias” y “un trabajador del hospital fue asesinado” mientras que el resto del personal tuvo que ser evacuado, añadió MSF.

El sindicato Comité de Médicos del Sudán explicó en otro comunicado que han sido varios los hospitales asaltados en Kreinik y Geneina, tanto públicos como privados, por lo que todos ellos ha dejado de prestar servicio “como consecuencia del pánico y la falta de seguridad”.

Miles de desplazados

La ONG Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) aseguró que decenas de miles de personas han huido de la zona por la violencia y advirtió que “toda la región de Darfur se está hundiendo rápidamente en un conflicto y necesita la atención urgente de la comunidad internacional”.

También el secretario general de Naciones Unidas deploró “el asesinato de civiles en Kreinik y los ataques contras instalaciones de salud del 24 de abril”, instó al Gobierno sudanés a reforzar la seguridad en Darfur y pidió “una investigación independiente”.

Darfur, que vivió una guerra civil de tintes étnicos entre 2003 y 2008 con más de 300.000 muertos y 1,8 millones de desplazados y donde había una misión de paz de la ONU hasta el 31 de diciembre de 2020, es escenario de frecuentes enfrentamientos tribales.