El primer ministro de Sudán, Abdalá Hamdok, justificó hoy su acuerdo con los militares para volver a encabezar el Gobierno un mes después de ser depuesto por un golpe de Estado en que con ello busca evitar un mayor “derramamiento de sangre”.
En una entrevista con el canal de televisión Sudán 24, Hamdok dijo que aceptó el acuerdo “para evitar el derramamiento sangre de los sudaneses”.
Hamdok firmó un pacto con el comandante en jefe del Ejército, Abdelfatah al Burhan. Esto, para intentar poner fin a la crisis generada por el golpe de Estado militar del pasado 25 de octubre.
Desde la asonada, al menos 41 personas han muerto y cientos han resultado heridas, muchas de ellas de bala, por la represión de las protestas en contra del golpe, según el independiente Comité de Médicos.
Además, Hamdok defendió que el acuerdo “permite la recuperación de la agenda de la transición democrática” que arrancó en Sudán en 2019.
Esto, mediante un pacto entre militares y civiles a continuación de la caída del dictador Omar al Bashir, derrocado por el Ejército.
Hamdok reiteró que el artículo principal de su pacto con Al Burhan, establece “una fecha fija de la conclusión del periodo transitorio. Se celebrarán las elecciones que conducirán a la entrega de la autoridad a las personas votadas”.
Dicha fecha, como ya se había comprometido el líder militar nada más dar el golpe de Estado es julio de 2023.
Pacto del gobierno en Sudán y los militares
Respecto al gobierno que acordó formar, dijo que estará conformado por “tecnócratas independientes que se van a elegir por amplias negociaciones con las entidades, partidos y personas independientes que firmaron el acuerdo”.
Dicho pacto fue suscrito por una serie de organizaciones políticas y civiles, pero entre estas no estaban las Fuerzas de la Libertad y el Cambio.
Se trata de una alianza de partidos políticos, asociaciones y grupos civiles que surgió de la revolución que acabó con la caída de Al Bashir. Además, se señaló que el organismo habría compartido el poder con los militares hasta la asonada.
Aunque Hamdok reconoció que el pacto establece que el Consejo Soberano, máximo órgano de poder en Sudán, presidido por Al Burhan, supervisará la tarea del nuevo ejecutivo, añadió que no podrá interferir en su trabajo.
“Mientras yo presida la autoridad ejecutiva voy a protegerla de cualquier intervención”, manifestó.
En su primera medida, el primer ministro ordenó la suspensión de todas las destituciones en las instituciones gubernamentales efectuados desde el golpe de Estado.