Etiopía retuvo a 72 chóferes del Programa Mundial de alimentos (PMA, o WFP por sus siglas en inglés) en una ciudad del norte situada en la única carretera que permite el acceso de la ayuda humanitaria al Tigray, indica el lunes la ONU, en pleno frenesí de esfuerzos diplomáticos para poner fin al conflicto.
“Confirmamos que 72 chóferes contratados por el PMA están detenidos en Semera. Estamos en contacto con el Gobierno etíope para comprender las razones de su detención”, afirmó un portavoz de Naciones Unidas.
“Hemos solicitado al Gobierno que se garantice su seguridad y protección, así como sus derechos legales y humanos”, agregó.
Más empleados de la ONU detenidos
Todo ello se produce 24 horas después de que 16 empleados etíopes de la ONU fueran detenidos en este país africano por las autoridades. La comunidad internacional intenta poner fin al conflicto que enfrenta al Gobierno con los rebeldes de la región del Tigray (también conocida como Tigré), al norte del país.
Los empleados de la ONU fueron detenidos en redadas dirigidas contra la etnia tigray, tras la declaración del estado de emergencia la semana pasada por el Gobierno del primer ministro Abuy Ahmed, ante el riesgo de que los combatientes del Frente de Liberación del Pueblo Tigray (TPLF) y los grupos rebeldes del Ejército de Liberación Oromo (OLA) lleguen a la capital, Adís Abeba.
Este no es el primer incidente entre el Gobierno de Abiy y la ONU. A finales de septiembre, el ministerio etíope de Relaciones Exteriores expulsó a siete importantes funcionarios de la ONU por presunta “injerencia”.
Desde noviembre de 2020 el conflicto entre el Ejército y los rebeldes del Tigré ha dejado miles de muertos y ha provocado el desplazamiento forzado de dos millones de personas.