Al menos 36 personas murieron y decenas resultaron heridas en enfrentamientos tribales a finales de la semana pasada en Darfur del Sur, en el suroeste de Sudán, informaron este lunes la agencia oficial de noticias Suna y testigos.
La tribu Fallata y la árabe Taisha se enfrentaron en Um Dafuq, cerca de la frontera con República Centroafricana, explicaron testigos a France Press.
El lunes por la mañana, la situación se había “estabilizado”, según la agencia Suna.
De momento no está claro por qué se produjeron los enfrentamientos, aunque, en general, en esa región los choques suelen deberse a disputas por el acceso al agua y a la tierra.
“El ejército fue desplegado en las zonas de combates para resolver el conflicto entre las tribus Fallata y Taisha, que causó 36 muertos y 32 heridos en ambos bandos”, precisó Suna, citando a responsables del estado de Darfur del Sur.
Isa Omar, un habitante de Um Dafuq, contó a la AFP por teléfono que “oyó ruidos de artillería pesada durante los combates”.
En abril, 132 personas perdieron la vida en enfrentamientos entre tribus árabes y la tribu Massalit en Darfur del Oeste.
En enero, dos semanas después de que terminara la misión de paz conjunta de la ONU y la Unión Africana (Minuad), unos enfrentamientos similares causaron más de 250 fallecidos, la mayoría en Darfur del Oeste.
Los darfuríes han protestado contra la retirada de la Minuad, por la violencia persistente, que supone uno de los principales retos que debe enfrentar el gobierno sudanés de transición, establecido tras la destitución de Omar al Bashir en abril de 2019.
En octubre, Jartum firmó un acuerdo de paz histórico con varios grupos rebeldes, sobre todo de Darfur, y continúa con sus negociaciones de paz con algunos grupos insurgentes que no participaron del pacto. Sin embargo, estos últimos no parecen estar vinculados con los incidentes de la semana pasada.
El conflicto en Darfur estalló en 2003, entre el régimen de Omar al Bashir y miembros de minorías étnicas que se consideraban marginadas.
La violencia dejó cerca de 300.000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados, sobre todo durante los primeros años del conflicto, según la ONU.